Lo tiene fácil cualquier avispado fiscal para hincar el diente a tanto despropósito como el que rodeó la adjudación de los dos módulos de desalación a la empresa Isolux. Le bastaría con recuperar lo publicado por la prensa en aquella época, recopilar lo dicho por la oposición municipal y, a continuación, empezar a llamar a declarar a los elementos en presencia. Puede empezar por Francisco Fernández Roca, ex concejal de Hacienda, y hombre fuerte de José Manuel Soria para todas las adjudicaciones truculentas, La Favorita incluida. También puede llamar a declarar a Luis Delso, por entonces presidente de Isolux, y hoy su principal propietario. Él le dirá si es verdad que, una vez conseguido que le adjudicaran el concurso, llamó a la empresa teóricamente ganadora, Idagua, para ofrecerle subcontratar la obra. El colmo: la empresa pequeña, la no cualificada, subcontratando a la grande, a la que los técnicos daban como ganadora. Pero así se escribe la historia de esta ciudad.