Lo de “pinchazo” no lo decimos nosotros, es la palabra que utilizó este jueves por la tarde-noche el periódico de cabecera de Rajoy, El Mundo, para referirse a lo ocurrido en el Centro Insular de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria ante el mitin del Partido Popular. Por primera vez en esta campaña, donde el favorito de las encuestas ha reventado plazas de toros, polideportivos y teleclús, parecía imposible un patinazo en una plaza que se da por segura (5 de los 8 diputados posibles), regida por uno de los ministrables, José Manuel Soria. Según los datos de El Mundo, siempre generosos ante el partido de Rajoy, allí no había más de 2.700 personas, lo que verdaderamente debería hacer revisar a los organizadores de los bolos electorales en un cambio de formato o en ofrecer algo más que el socorrido bocadillo y la guagua de ida y vuelta. Por la mañana, en Tenerife, teloneando a Pepe Benavente, Rajoy calmó al sector platanero canario al anunciar urbi et orbi que sus hijos se comen cada día dos plátanos cada uno. De momento no fuman en los bares, lo cual no tiene por qué ser eterno, de acuerdo con los anuncios del presunto presidente.