Lo que les vamos a contar es de un delicado que da hasta pánico, pero la profesión nos obliga a hacerlo una vez hemos comprobado que otros colegas -frío-frío- se empiezan a acercar al bollo del cogollo del meollo. Y éste no es otro que la UD Las Palmas, que sigue atravesando su penosa crisis con más apuros que gloria y con una afición que ya no sabe dónde depositar tanta pasión contenida. Desde hace algunos meses se vienen reuniendo en distintos puntos de la geografía insular algunos empresarios (a los que últimamente se han incorporado políticos) para tratar de encontrar una salida viable a la previsible muerte del equipo amarillo. No podemos adelantar los nombres de los contertulios, pero sí de los políticos que no están en la operación, más que nada para ir aclarando el panorama: ni está Soria ni está el PP. Y tampoco se les espera.