Bueno, se acabó lo que se daba. A la espera de lo que den de sí los indecisos y la posible influencia que puedan tener sobre esa ingente masa de votos cabreados el movimiento del 15-M, puede asegurarse que el pescado ya está todo vendido. La campaña electoral termina casi como empezó, con el PP reclamando dramáticamente un voto de castigo a Zapatero y al PSOE recordando a la ciudadanía que lo que se vota este domingo no es eso, sino lo que pasa en nuestras ciudades, en nuestras islas y en nuestra comunidad autónoma. Se trata de que elijamos al mejor alcalde o alcaldesa, a la mejor presidenta o al mejor presidente de nuestros cabildos, que formemos un Parlamento lo suficientemente representativo y serio como para elegir al presidente que mejor coadyuve a sacar a Canarias de su histórico marasmo. ¿Cardona o Saavedra? ¿Carolina, Román o Bravo? ¿Julio Pérez, Cristina Tavío o Bermúdez? ¿Alarcó, Melchior o Abreu? ¿Fernando Clavijo o Gustavo Matos? ¿Mario Cabrera, Blas Acosta o Águeda Montelongo? ¿Paco Santiago, Pepe Alcaraz o María del Carmen Castellano? ¿Soria, Paulino o José Miguel Pérez? ¿Qué es lo que preferimos para mejorar nuestra ciudad, nuestra isla o nuestro Archipiélago? Eso es lo que se vota y eso es lo que nos tiene que animar a pensar, a repensar, a decidir y a votar.