La Granja y mucho más: un paseo por lo mejor de la sierra segoviana
A pocos kilómetros de la ciudad de Segovia se encuentra el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso. Este es un lugar de suma importancia histórica que deriva de la gran riqueza natural de las montañas que forman la fachada norte de la Sierra de Guadarrama. Hoy, los bosques que tapizan las laderas que ascienden a las alturas del mítico puerto de Navacerrada aún siguen teniendo un verdadero tesoro de biodiversidad. Por aquí campan a sus anchas corzos, cabras montesas, jabalíes y hasta algunos lobos que han ido bajando desde el norte en su lenta reconquista de la Península Ibérica. Pero para comprender la importancia que tuvo este lugar hace siglos hay que imaginar todo esto multiplicado por cien. La afición de los reyes y reinas de España por la caza es el factor que explica la existencia de los reales sitios que aún pueden verse por la zona.
Algunos son pura ruina, como el Palacio de Valsaín (Palacio, sn, Valsaín), un viejo pabellón real de caza de tiempos de la casa de Trastámara (los antecesores de Isabel la Católica) que fue reconvertido en rico palacio por orden de Felipe II. De aquella casona de inspiración flamenca apenas quedan los muros. Un incendio la destruyó a finales del siglo XVII y su reconstrucción quedó en suspenso por los quebraderos de cabeza de Carlos II (el llamado rey hechizado). El último de los Austrias dedicó sus años de reinado a cosas más importantes que restaurar pabellones de caza (fue uno de los mejores gestores de aquellos tiempos aunque la historia no lo haya tratado muy bien) y cuando llegaron los borbones, los pabellones sobrios a la flamenca como que no. Y ese fue el origen de La Granja de San Ildefonso. Un palacio al estilo francés para un rey francés. Felipe V quiso emular aquí sus recuerdos de infancia en Versalles (era nieto de Luis XIV) y construyó el germen de un palacio fastuoso rodeado de jardines, paseos y fuentes monumentales (un total de 21) alimentadas por un mar en miniatura construido ex profeso para dotar al conjunto de agua con la suficiente presión. El edificio original se construyó en apenas cinco años y fue el germen de una verdadera villa palaciega de gran tamaño con muchísimas cosas que ver.
Visitar La Granja.- El palacio se encuentra a 10,3 kilómetros del centro de la ciudad de Segovia y a 97 de Madrid. Así que es un lugar ideal para hacer una escapada de un día: aunque es un sitio que da para pasar al menos dos jornadas yendo y viniendo por los bosques, los pueblos, las peñas y hacer alguna visitilla rápida a la propia Segovia (una de las ciudades que más nos gustan de toda España). Recorrer todos y cada uno de los rincones del Real Sitio de La Granja requiere de una buena jornada. Sólo para recorrer los jardines de cabo a rabo (algo más que recomendable), se tardan como dos horas. El sistema hidráulico que alimenta las 21 fuentes monumentales es el original: más de trescientos años y ahí sigue. Y qué decir del propio palacio. Se pueden visitar las habitaciones privadas de la familia real y los salones alegóricos: una serie de estancias fastuosas decoradas con frescos que representan temas mitológicos. Y la estrella del conjunto es la llamada Sala de Europa, una espectacular estancia decorada con mármoles y espejos de grandes dimensiones que recibe su nombre de un fresco que representa el rapto de Europa por Zeus. Aquí se pone de manifiesto esa intención de Felipe V de emular la Versalles de su infancia.
La visita se completa con otros dos imprescindibles. El primero es el Museo de Tapices, que atesora la colección de paños bordados de los siglos XVI y XVII más grande del mundo. Y el segundo de los hitos de interés es la Real Fábrica de Cristales (Paseo del Pocillo, 1). Este complejo industrial de alta complejidad se construyó algunas décadas después del palacio por orden de Carlos III. Aquí vas a encontrar un pequeño museo sobre la tecnología del vidrio (con una importante colección de piezas de toda Europa desde los siglos XVI al XIX) y la posibilidad de ver cómo trabajan los artesanos del vidrio en los talleres.
Las Rutas de los Sitios Reales.- Como te decíamos antes, esta zona de la sierra de Segovia fue el coto de caza preferido de las diferentes casas reales españolas desde los tiempos de Castilla hasta principios del siglo XX. Antes de la llegada del asfalto, un camino servía para unir los diferentes lugares con La Granja. Hoy, ese camino circular recibe el nombre de Senda de los Reales Sitios y conecta el palacio borbónico y las ruinas del sitio de Valsaín internándose en zonas de bosque y visitando las orillas del Río Eresma, uno de los muchos cauces trucheros, y el embalse del Pontón Alto. Pero también hay otro camino de los Reales Sitios para coches. La N-603 conecta La Granja y las Navas de Río Frio. Esta ruta pasa junto a algunos hitos patrimoniales de interés (los restos del Rancho de Santillana –una antigua fábrica de lana- o la Ermita de Santa María del Soto de Revenga (de un románico austerísimo) antes de llegar al pueblo de Navas. Aquí se encuentra el Palacio Real de Riofrío un soberbio pabellón de caza de estilo italiano que es una maravilla. Este lugar es poco conocido y menos frecuentado. El edificio es mucho más pequeño que el Palacio de La Granja, pero su entorno merece venir a verlo. Está rodeado por un bosque donde predominan la encina, el fresno y la sabina. Es un lugar de gran belleza natural dónde pueden verse con facilidad ciervos y gamos.
El Cerro del Puerco y la Guerra Civil Española.- La Sierra de Guadarrama fue uno de los frentes más activos y duraderos de la Guerra Civil española (1936-1939). Y no es difícil encontrarse con restos de la contienda en forma de trincheras, parapetos, viejos fortines y, en algunas ocasiones, restos de material bélico. El Cerro del Puerco fue fortificado en 1937 por el bando sublevado. Aquí puedes ver un fortín, importantes zonas de trincheras y nidos de amteralladoras. Este lugar tuvo una importancia estratégica vital en la Batalla de La Granja, un episodio bélico que tuvo lugar en la primavera de 1937 y que puso de manifiesto la incapacidad de la República para pasar a la ofensiva.
Subir hasta la Bola del Mundo.- La carretera CL-601 parte desde Valsaín y asciende entre un denso bosque de pinos hasta el Puerto de Navacerrada. Si vas a estar por la zona varios días no es mala idea aprovechar para darte un salto hasta Navacerrada y seguir un poco más hasta el Puerto de Cotos (el tramo de carretera es brutal) y asomarte a las puertas del Parque Nacional de Guadarrama. Desde aquí puedes echarle un vistazo al Centro de Visitantes y hacer alguna incursión pequeña por la multitud de senderos que parten desde aquí. El camino por antonomasia es el que lleva hasta la Laguna Grande de Peñalara y sube hasta el pico de Hermana Mayor para volver hasta el Puerto de Cotos (6,8 kilómetros y un desnivel de unos 300 metros).
Fotos bajo Licencia CC: manuel m. v.; Massimo Frasson; Marmontel; segoguiados; valakirka
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