Un viaje a los campos de Palencia por el Canal de Castilla

El Canal de Castilla a su paso por la provincia de Palencia.

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El Canal de Castilla es una de las obras de ingeniería hidráulica más imponentes de España. A finales del siglo XVIII las autoridades españolas cayeron en la cuenta de que el país estaba quedándose atrás en el desarrollo económico y tecnológico europeo: y que Castilla, en particular, languidecía en relación a las zonas del litoral. Uno de los más importantes planes de reactivación fue la planificación de un sistema de canales fluviales que sirvieran para conectar las tierras castellanas (dónde se producía el grueso del cereal español) con el Cantábrico. Se construyeron un total de 260 kilómetros de canales conectados mediante exclusas que permitían salvar un desnivel de 150 metros. El canal principal y los dos primeros ramales planeados se construyó aprovechando los caudales de dos de los más importantes afluentes del Duero: el Carrión y el Pisuerga. El esfuerzo fue enorme y el Ramal de Campos y el del Norte cubrió buena parte de las zonas de cultivo de las provincias de Valladolid y Palencia. Pero llegó el Ferrocarril y el canal quedó obsoleto apenas unas décadas después de entrar en funcionamiento. Aún así, la puesta en funcionamiento del canal provocó una pequeña revolución industrial en el interior castellano: se construyeron molinos harineros, fraguas, astilleros…

Palencia es uno de nuestros destinos de interior preferidos. Descubrimos esta provincia cuando hicimos nuestro primer Camino Francés (Camino de Santiago) y quedamos prendados por sus pueblos austeros y su imponente patrimonio histórico (tiene una de las más completas colecciones de arte románico de Europa y pueblos monumentales). Y en un par de escapadas pudimos ver otros atractivos como la naturaleza de Las Fuentes Carrionas y la Montaña palentina o las más impresionantes villas romanas de toda la Península Ibérica (con La Olmeda y La Tejada a la cabeza). El Canal de Castilla es una magnífica oportunidad para acercarse a una de las más injustamente desconocidas provincias españolas. Y aunque, en sentido estricto, el viaje comenzaría en Valladolid, nosotros recorreremos el tramo de canal que media entre Palencia capital (a 50,8 kilómetros por la A-62) y Bobadilla del Camino.

UNA PEQUEÑA GUÍA DE PALENCIA.- Empezamos nuestro paseo por el centro de esta ciudad en la Huerta del Guardián y el Parque del Salón, un boulevard chiquito que, como sucedió en otros burgos castellanos, se construyó en el siglo XIX en el lugar que ocupaban las murallas medievales y hoy está llena de casonas burguesas y alguna buena muestra de arquitectura modernista. Buscamos el inicio de la Calle Mayor. Esta arteria porticada fue la principal vía urbana durante siglos y aunque hoy está muy alterada aún conserva algunos detalles de aquellos tiempos en las inmediaciones de la Plaza Mayor y en las piedras añejas de San Agustín de Capillas (Mayor,7), una de las muchas viejas iglesias que se apelotonan en las ‘cuatro calles’ que forman el casco histórico. Hay que hacer varias escapadas un lado y otro de la calle mayor (nunca a más de 200 ó 300 metros) para ir viendo lo que hay que ver.

El codo que forma Fernández de Pulgar conduce hasta San Miguel (Plaza San Miguel, 2; Tel: (+34) 979 700 884), una de los edificios medievales más interesantes de la provincia (es uno de los mejores ejemplos de transición del románico al gótico y según dicen fue el escenario de la boda entre el Cid y Doña Jimena) y siguiendo Don Sancho nos encontramos con un viaje de más de 700 años que se inicia en la fachada ecléctica de la Diputación Provincial (Burgos, 1), las líneas tardo góticas del Monasterio de Santa Clara (Calle Burgos, 6; Tel: (+34) 979 700 043), el clasicismo del Teatro Principal (Calle Burgos, 3; Tel: (+34) 979 702 904) y el románico de San Lázaro (Plaza de San Lázaro, sn; Tel: (+34) 979 742 724). Todo en menos de 200 metros.

Como suele ser habitual en las capitales castellanas y leonesas, el principal hito patrimonial de la ciudad es la catedral. San Antolín (Plaza de la Inmaculada, sn; Tel: (+34) 979 701 347) engaña. Desde fuera es un edificio más bien sencillo con más pinta de fortaleza que de templo. Pero por dentro es una de las joyas góticas españolas con tesoros que incluyen hasta restos de la época visigótica, una cripta románica y numerosas obras de arte. En el Museo de Arte Sacro (Calle Mayor Antigua, 22; Tel: (+34) 979 706 913) se guardan parte de los tesoros de la catedral y otros templos de la ciudad, incluyendo el Martirio de San Esteban, uno de los cuadros más importantes de El Greco. La Plaza de San Antolín da a la calle Mayor Antigua, Cardo Maximus –calle mayor en sentido Norte-Sur de la ciudad romana -Pallantia Vaccea-. Esa ciudad milenaria aún reposa bajo los cimientos de la actual Palencia, pero pueden verse algunos rastros, en forma de objetos y obras de arte, en el Museo de Palencia (Plaza del Cordón, 1; Tel: (+34) 979 752 328). 

Todo esto de lo que te hemos hablado está a menos de 900 metros del Parque del Salón. Antes de salir a la ribera del Río Carrión para ver los viejos puentes medievales y el hermoso Sotillo de los Canónigos puedes acercarte a San Francisco (Plaza San Francisco, 1; (+34) 979 742 411). Hoy queda muy poco de este antiguo convento (fue el más importante de la ciudad y uno de los cenobios de referencia de la vieja Castilla); apenas la iglesia, un par de capillas y uno de los cuatro claustros con los que contó en sus mejores tiempos. Este lugar fue sede de las cortes castellanas, residencia habitual de reyes y reinas durante las visitas a la ciudad y última morada de multitud de nobles castellanos. Todavía nos queda una última cosa antes de acercarnos al canal: subir al Cristo de Otero, abra cumbre del escultor local Victorio Macho –tiene varias obras en las calles palentinas-, uno de los artistas españoles más singulares de la primera mitad del XX. Ahora sí, cruzamos el Carrión.

El Canal en Palencia.- El Puente Mayor da acceso a la Dársena del canal en Palencia. Y desde ahí, en la orilla opuesta del Carrión, puedes ver una pequeña casita de piedra con una pequeña portela de metal que da al río. Nada más cruzar el puente, basta alongar la cabeza por encima de los techos de los coches para ver la Dársena de Palencia, un enorme estanque rodeado de viejos almacenes que servía de puerto y acceso al canal a la ciudad -hoy uno de esos almacenes alberga el Museo del Agua (Paseo Dársena del Canal, sn; Tel: (+34) 979 718 197).

CAMINO HACIA EL NORTE.-  A pocos kilómetros de Palencia, el canal se bifurca en dos ramales tras un pequeño sistema de exclusas (números 25, 26 y 27). Hacia el noroeste parte el Ramal de Campos y hacia el noreste el Ramal del Norte. Si queremos conocer más sobre la historia del Canal y lo que éste supuso para la comarca hay que dar un salto hasta Villaumbrales para visitar el Museo del Canal (Calle Mayor, 2; Tel: (+34) 979 833 114) en lo que otrora fue uno de los más importantes astilleros de barcazas de la zona.  Desde aquí, el Ramal de Campos describe una enorme curva que alcanza su máxima cota norte junto a Paredes de Nava y se dirige hacia el sur para culminar en Medina de Campo (con lugares impresionantes como el Acueducto del Río Sequillo. Nosotros desandamos lo andado y tomamos la ruta hacia Frómista con dos paradas previas: el Castillo de Monzón de Campos y la fantástica y desconocida San Cornelio y San Cipriano (Calle Mayor –San Cebrián de Campos), uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de la provincia de Palencia.

Frómista: Canal y Románico.- Frómista es uno de los puntos culminantes del Camino de Santiago y, también, uno de los centros patrimoniales más importantes de esta parte de España. La estrella indiscutible de esta pequeña población es San Martín de Tours (Plaza San Martín, 8; Tel: (+34) 979 810 144) uno de los mejores edificios románicos de toda Europa y punta de lanza de un pequeño catálogo de edificios históricos como la gótica San Pedro (Av. del Ingeniero Rivera, 41) o Santa María del Castillo (Calle la Plata, 6) reconvertida en centro museístico vinculado al ‘Camino’. Pero también es una localidad íntimamente ligada al canal. A las afueras puedes visitar un espectacular sistema cuádruple de exclusas que servían para salvar un pequeño escalón del terreno y enfilar el canal hacia el norte. Aquí, también, puedes tomar el Juan de Homar, un pequeño barco que hace un pequeño recorrido desde Frómista hasta la vecina Boadilla del Camino (siguiendo el trazado de la ruta jacobea). Desde aquí, el canal mira descaradamente hacia el norte hasta su unión final con el Río Pisuerga en Alar de Rey (a dos pasos de Aguilar de Campoo, el paso previo a los campos verdes de Cantabria). Entre medias tienes dos buenas excusas para parar: el espectacular Acueducto de Abánades, dónde  el canal se aparta del suelo y vuela para dejar pasar el río Valdavia, y el Centro de Interpretación del Canal (Herrera de Pisuerga; Tel: (+34) 664 20 14 15).

Fotos bajo Licencia CC: Angel de los Rios; Viajar Ahora; jose maria bordas; Alfonso Quirce; Miguel Ángel García; alfonsobenayas; Francisco Gonzalez

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