Así, mientras la población reclusa de varones se incrementó un 4,7% entre 2017 y 2018, pasando de 502 a 526, la de mujeres creció un 43,5%, de 23 a 33.
De este modo, las mujeres han pasado de representar el 4,1% de la población reclusa de Cantabria en 2017 al 5,9% en 2018.
El principal incremento corresponde a las mujeres penadas en prisión, que son diez más que hace un año (+45,4%), mientras que hay una reclusa preventiva (ninguna en 2017) y ninguna en situación de otros penados, cuando el anterior ejercicio había una.
Los reclusos preventivos ascendían a 39 el año pasado, un 14,7% más que el anterior, todos varones excepto una mujer.
Por su parte, los penados en prisión fueron 514, un 6,6% más que en 2017, y los varones, 482, que representaron el 93,7% del total, se incrementaron un 4,8% en comparación con el año anterior.
En situación de otros penados había cinco reclusos en 2018, un 44% menos que en 2017, todos varones, un 37,5% menos.
En comparación con 2008, la población reclusa ha caído en Cantabria un 28,3%. La de varones ha disminuido un 30,8% mientras la de mujeres ha repuntado un 73,7% en la última década.