No parece que haya prisas para que PSOE y Podemos alcancen un acuerdo de cara a la futura gobernabilidad de Castilla-La Mancha. Tras el primer contacto telefónico entre Emiliano García-Page y José García Molina, este último le ha emplazado a la semana que viene para retomar el diálogo debido a que tiene solucionar algunos asuntos en la Universidad. Su trabajo como profesor ha coincidido con el final del curso, y tiene que realizar tutorías y revisar trabajos de fin de grado, entre otras cosas.
Además, la formación morada tiene previsto reunir a su Consejo Ciudadano territorial el próximo día 31 para analizar la situación tras los resultados electorales del 24 de mayo, el mismo día en que ha convocado una marcha ciudadana en Toledo que coincide con el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha.
Estos dos motivos han llevado al aplazamiento de las conversaciones tras el contacto “informal” que mantuvieron ambos líderes regionales. Las sensaciones por ambas partes son buenas, pero aunque el PSOE afirmó ayer que había una serie de plazos de cumplir para la constitución de las Cortes regionales, lo cierto es que no puede descartarse que la búsqueda del acuerdo se alargue en el tiempo. El Estatuto de Autonomía contempla esa posibilidad, con un plazo de hasta dos meses.
De momento, ambas formaciones ya han dado ese primer paso y están obligadas a ponerse de acuerdo si quieren que María Dolores de Cospedal no vuelva a gobernar. La candidatura del PP es la que consiguió un mayor número de escaños y el Estatuto señala que se haría con el Gobierno de Castilla-La Mancha si tras ese plazo ninguna otra candidatura obtuviera la mayoría suficiente para ello.