La Universidad de Valladolid retirará su placa dedicada a Franco en 1944

Alba Camazón

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Es desconocida incluso entre muchos de los alumnos de la Universidad de Valladolid. Pero la Facultad de Derecho esconde, detrás de la escalinata de la entrada principal, una placa dedicada en 1944 a Francisco Franco, al primer ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, y al secretario técnico del Ministerio, Luis Ortiz, que se apropió de 65 cuadros y más de 300 bienes incautados a particulares en la posguerra.

Se trata de un zócalo instalado en 1939 tras el incendio del 5 de abril, que supuso la práctica destrucción de la Facultad de Filosofía y Letras y considerables daños en Ciencias. Por fin, la Universidad de Valladolid retirará su placa dedicada a Franco. El vicerrector de Patrimonio, Julio Grijalba, asegura que hay que retirarlo “ya”, aunque será una intervención pequeña, porque quieren afectar al menor número de azulejos posibles.

“Estamos estudiando cómo quitarlo con los técnicos porque el azulejo es de la saga de ceramistas talaveranos De Luna y trabajamos en un diseño que se integre en el zócalo con azulejo también de Talavera”, explica a este diario Grijalba, que lleva en el puesto desde 2018.

Ya en el año 2006 algunos alumnos intentaron retirar esa placa y un cristo colocado enfrente, pero no obtuvieron respuesta por parte de la Facultad de Derecho. Se colocó una placa en recuerdo a los profesores represaliados durante la guerra civil y el franquismo.

La placa, colocada tras el incendio cuyas causas nunca se aclararon, sobrevivió a la remodelación de la Facultad de 2006 y a 2012, cuando la Universidad de Valladolid tapó con una placa de pladur un águila franquista con el lema 'Una, grande y libre'. Hasta ahora, la Universidad había justificado el mantenimiento del zócalo porque no se ve a simple vista, puesto que nadie pasa por detrás de la escalera.

La Ley de Memoria Democrática, ya en vigor, obliga a las instituciones públicas retirar los elementos contrarios a la memoria democrática. El vicerrector asegura que la iniciativa ha “coincidido” con la Ley. El presidente de la ARMH de Valladolid, Julio del Olmo, da la bienvenida a la “normalización democrática”.

“Actitudes como la del alcalde de Valladolid argumentando que hay dudas sobre la norma con respecto a la Laureada... pues como todo, si uno quiere enfangar, que siga la línea del alcalde de Madrid. La cuestión es sencilla: normalización democrática”, ha subrayado.

El papel del “caudillo invicto”

En la placa se pueden leer las iniciales 'D. O. M.' —una frase latina que originalmente significaba “Para Dios el Mejor y más Grande— y ”para mayor gloria de Dios y de la santísima Virgen María“. ”Es una manifestación típica del nacional catolicismo del momento, en el que la Iglesia Católica legitima la dictadura y se fusionan“, explica a este diario el historiador Enrique Berzal.

También subraya el papel del “caudillo invicto” en la reconstrucción de la Universidad “en su totalidad”.

“Está redactada en latín y sirve para glorificar al poder político del momento en cuanto mecenas de la universidad”, explica el historiador Francisco J. Molina de la Torre explica en 'La inscripción bajo la escalera del edificio histórico de la Universidad de Valladolid'. Este profesor asociado asegura en este artículo que el epígrafe, aunque no se ve a simple vista, está colocado “en la zona más privilegiada del edificio, desde un punto de vista ornamental”.

En uno de los muros laterales se colgó una placa en recuerdo a los profesores represaliados. En el lado contrario hay otra placa en recuerdo a las obras realizadas en 2006.

Valladolid fue el lugar escogido por Franco para iniciar el curso académico en 1940, el primero de la España franquista después de “la Gloriosa Cruzada de Liberación y las soluciones temporales de la postguerra”, añade Berzal. Sin embargo, el Ministerio no pareció tener mucho interés en reconstruir la universidad tras el incendio. “Hay cartas del arquitecto Constantino Candeira reclamando, en febrero de 1940, el dinero (algo más de 45.000 pesetas) que el Estado se había comprometido a pagar. El rector Mergelina expresó a su equipo que tenía la impresión de que el ministerio no tenía interés alguno en la Universidad de Valladolid”, expone Molina de la Torre.

Otros vestigios del franquismo

El Vicerrector de Patrimonio e Infraestructuras, asegura a este periódico que se va a estudiar “todo lo que sea susceptible” de ser un elemento contrario a la memoria democrática. Frente a la placa se conserva una escultura de Jesucristo en la cruz, también colocada durante el franquismo y que sigue ahí a pesar de que la Universidad declara en sus estatutos “su autonomía e independencia de cualquier poder o grupo de interés y su carácter de institución civil, laica y aconfesional”.

Subiendo las escaleras principales, también se puede observar el escudo del Frente de Juventudes y del Sindicato Español Universitario —las ramas juvenil y universitaria de La Falange—, que incluye elementos que se apropió el franquismo como las flechas de Isabel la Católica.

También se mantiene el nombre del rector franquista entre 1939 y 1951 Cayetano de Mergelina y Luna, que da nombre a un aula de conferencias de la Facultad de Derecho. Además, Franco fue nombrado 'Rector honorario' de la Universidad de Valladolid en 1937.