El juez ha cerrado la investigación del caso Ester Quintana y mandará a juicio a los dos agentes de los Mossos d'Esquadra imputados: el subinspector de la unidad Dragó 40, que podría haber dado la orden de disparar, y el agente encargado de la escopeta de balas de goma. Sus recursos han sido desestimados por el juez, Francisco González Maíllo, y deberán sentarse en el banquillo de los acusados.
Ester Quintana perdió un ojo durante los disturbios de la huelga general del 14 de noviembre de 2012, en Barcelona. Los responsables de la consejería de Interior siempre han negado que sus agentes dispararan balas de goma en aquel punto de la ciudad, entre el Paseo de Gracia y la calle Casp, pero la versión oficial ha ido variando con el tiempo. Lo que sí reconocen los mossos es que bajaron de las furgonetas para “dispersar” a los manifestantes y dispararon dos salvas en la dirección en la que se encontraba Quintana.
Durante la instrucción, el juez dejó claro ya en un auto que “las lesiones de Ester Quintana fueron ocasionadas por una pelota de goma”, de acuerdo entre otras cosas con los peritos forenses, que dejan constancia que “las lesiones oculares producidas por las balas de goma se corresponden con las de Quintana”. En aquel mismo auto, el magistrado, que en su relato indiciario ya apuntaba a los dos agentes imputados, quiso poner por escrito también que la actuación de los mossos había sido “desproporcionada” e “imprudente”.
Practicadas las “numerosas diligencias” de este sumario, el juez ha elevado el caso a la Audiencia Provincial. En el auto también consta el procesamiento de la Generalitat como responsable civil subsidiaria.