El coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, ha anunciado este lunes que en el proceso participativo del 9 de noviembre optará por pedir que Catalunya sea un Estado pero no porque éste sea independiente. El líder de Iniciativa votará 'sí' a la primera pregunta de la consulta –¿quiere que Catalunya sea un Estado?– y 'no' a la segunda –¿Quiere que este Estado sea independiente?–. Con este voto desea expresar la “no subordinación sin necesidad de apoyar la secesión”, ha explicado.
En su intervención ante el Consell Nacional de los ecosocialistas, Herrera ha defendido el voto 'sí-no' como instrumento para avanzar hacia un proceso constituyente en clave catalana: “El primer 'sí' debe indicar la necesidad de abrir un proceso constituyente por el que Catalunya deje de ser una comunidad autónoma”, ha indicado tras constatar que este deseo “mayoritario en Catalunya” coincide con un momento de “fin de régimen” en el Estado.
El líder ecosocialista ha subrayado la importancia de la recogida de firmas que se llevará a cabo junto a la ANC y Òmnium paralelamente al proceso participativo, para denunciar que el Gobierno central “no deja votar a los catalanes sobre su futuro”. “Ya no es que nieguen un referendum o la consulta, es que ni tan siquiera permiten un proceso participativo”, ha apuntado tras asegurar que la intolerancia con el 9-N ha aumentado su valor.
Sobre el sentido de su voto, Herrera ha recordado que la formación hizo una consulta interna por la que se decantó por un 'sí' a la primera pregunta y por dar libertad de voto en la segunda. “El nuestro no es un posicionamiento cerrado a otras opciones, solo es irreconciliable con quienes están en contra del derecho a decidir”, ha remarcado. Para el líder de Iniciativa la pluralidad en su formación es reflejo de la del país y lo que une a todos los ecosocialistas es la voluntad de superar el statu quo porque “la situación actual de las relaciones entre Catalunya y el resto de España es insostenible”.
El coordinador de Iniciativa llama a la participación en el 9-N porque es “un marco de movilización”, pero advierte que el 10-N la consulta seguirá estando “un asunto pendiente para el pueblo de Catalunya”. Por eso ha pedido al Govern de Mas que mantenga el proceso participativo pese a una eventual suspensión del Constitucional para “expresar ante el mundo que los catalanes queríamos votar y no nos han dejado”.