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La periodista imputada por cubrir la protesta climática en el Museo Egipcio defiende que ejerció su profesión

La periodista imputada por cubrir la protesta de Futuro Vegetal en el Museo Egipcio de Barcelona ha defendido este miércoles ante la jueza que su actuación en la acción se limitó a ejercer su profesión y el derecho a la información grabando a los activistas.

Tal y como desveló este martes elDiario.es, los Mossos d'Esquadra han incluido como “coautora” de la acción en el Museo Egipcio a una periodista convocada por Futuro Vegetal para cubrir la protesta. La imputación se ha basado en el rastreo por parte de la policía autonómica de las redes sociales de la informadora, Mar Sala.

La policía catalana vincula a la informadora con la “plataforma radical social” Futuro Vegetal, pese a que en su declaración en comisaría la periodista adujo que su papel en la protesta se limitó a ser convocada por la entidad para cubrirla, al igual que otros dos fotógrafos. 

Los Mossos sin embargo inculpan a Sala, y no a los dos fotógrafos, porque en sus redes sociales tiene publicaciones contra el calentamiento global, además de por su experiencia laboral gestionando las redes sociales del colectivo de científicos contrario al cambio climático Rebelión Científica.

Este miércoles, Sala ha comparecido ante la jueza junto a los otros tres investigados del caso y ha reiterado lo que ya dijo en comisaría, esto es, que su presencia en el Museo Egipcio fue por trabajo. De hecho los vídeos de Sala de la acción terminaron en todos los informativos.

Los otros tres investigados son los dos activistas que rociaron con mermelada y un líquido que simulaba petróleo una vitrina con un sarcófago y varias fotografías y otra integrante de Futuro Vegetal que no participó directamente de la protesta sino que ejerció, según ha explicado a la jueza, labores de mediación con los Mossos d'Esquadra.

Los otros dos activistas, según fuentes jurídicas, han reconocido los hechos y han enmarcarlo la acción en una protesta global contra el cambio climático. Los activistas irrumpieron en el centro y rociaron con mermelada una vitrina que contenía un sarcófago de 2.700 años de antigüedad con una momia en su interior, así como unas fotografías de Harry Burton sobre las excavaciones de la tumba del faraón Tutankhamon.

También desplegaron una pancarta con el mensaje: “COPCA COLA +2.5º”, en una crítica a la cumbre COP27 contra el cambio climático que se celebró el pasado mes de noviembre en Egipto y que patrocinaba la marca de refrescos.

La instrucción del caso está en vías de terminar, si bien queda un elemento esencial: determinar los daños ocasionados en el sarcófago. Fuentes jurídicas han explicado que el Museo Egipcio no ha concretado todavía si el sarcófago supuestamente dañado por la acción de Futuro Vegetal es una réplica o es real, lo que resulta clave para el delito sobre el patrimonio histórico que también investiga la jueza.

De hecho, la cuantificación provisional de los daños por parte del Museo ha ido menguando. En un primer momento el centro los cifró en 25.000 euros, de forma provisional, incluyendo incluso las horas trabajadas el domingo posterior a la protesta por la directora del Museo. En un segundo informe preliminar, el Museo cuantificó los daños en unos 16.000 euros. El peritaje definitivo sobre los daños todavía no se ha efectuado.