La muerte de un inmigrante en lo que parece ser un suicidio tras haber sido golpeado en una pelea ha suscitado una protesta en Valencia. Un centenar de personas se ha concentrado en la tarde de este martes en la puerta del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, por la muerte de un joven el pasado lunes. La concentración estaba convocada por la plataforma CIES No en solidaridad con la víctima, un hombre de 25 años y origen marroquí, que se encontraba interno en el centro valenciano.
El joven fue encontrado sin vida en unas dependencias en las que la dirección del centro lo mantenía apartado tras una pelea, según ha explicado el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio. Al parecer, días atrás se había producido una agresión entre dos grupos en el centro y el grupo rival se había ensañado con el joven marroquí. Para “protegerle”, los responsables decidieron apartarlo dada la gravedad de las heridas. La hipótesis principal de la investigación es que el joven se ahorcó.
“Sabíamos que los CIE eran un sitio de muerte y ahora tenemos la prueba palpable de que lo son”, han denunciado los convocantes de la concentración, que acusan al Estado de “negligencia”. “Sabemos que ha muerto por la negligencia del Estado español, que tiene a estas personas encerradas en condiciones lamentables”, han considerado.
Los integrantes de la plataforma han denunciado que desde la pasada semana la Policía Nacional les niega la entrada y los trabajos en el centro y vinculan esta opacidad a la agresión y posterior fallecimiento del joven. “En ningún momento se ha hablado de atención médica por sus heridas”, añaden. Del mismo modo, critican que tampoco este martes se les haya permitido la entrada en el centro de Zapadores. La semana pasada, aseguran, hubo otro intento de suicidio y un interno tuvo que ser sacado por su mal estado psicológico.
El colectivo que defiende el cierre de las “cárceles de migrantes” afea a los representantes del Ejecutivo Autonómico y del Ayuntamiento no haber asistido a la concentración y recuerda que tanto el Ayuntamiento de Valencia como la Generalitat Valenciana firmaron un compromiso por el que pedirían al Gobierno central el cierre de estos centros. Sí han acudido Irene Gómez y Marisa Saavedra, diputadas de Unidas Podemos en las Corts Valencianes y el Congreso, así como integrantes de Esquerra Unida.
La campaña por el cierre de los CIE considera la muerte del joven “resultado del racismo institucional y consecuencia directa de una política migratoria basada en la criminalización, el encierro y la deportación de las personas migrantes” y ha recordado a otras víctimas de estos centros, en los que se interna a inmigrantes pendientes de deportación que no han cometido delitos.