“Pienso que si mis hijos hubieran nacido prematuros y yo no hubiera podido darles leche, me hubiera gustado que tuvieran leche materna. Tengo el pesar de no haber podido donar, para que esos bebés sanen más rápido”. Es el sentir de Rosana, una madre de Castellón que el pasado mes de mayo estuvo a punto de convertirse en donante del Banco de Leche Materna del hospital La Fe. Como ella, otras nueve mujeres intentaron acogerse al acuerdo que este centro sanitario tenía con el hospital General de Castellón. Ninguna de ellas pudo hacerlo porque, con el convenio recién estrenado, La Fe lo interrumpió porque no tenía personal suficiente para gestionarlo.
Ambos hospitales llegaron a este acuerdo en mayo de 2015. Consistía en que las madres donantes de leche de Castellón pudieran llevar su leche al hospital de esta ciudad, que se encargaría de hacerla llegar a La Fe. El protocolo también establecía que las aspirantes podían hacer todas las gestiones necesarias para ser aceptadas como donantes desde el centro castellonense. Estos requisitos son una entrevista telefónica y una analítica para comprobar que la madre no tiene hábitos tóxicos y se encuentra bien de salud. Fuera de este protocolo, cualquier mujer puede aspirar a donar leche, pero tiene que desplazarse hasta el hospital valenciano, un requisito que las mujeres que no viven en Valencia difícilmente pueden cumplir, precisamente por encontrarse en plena crianza de sus propios hijos.
El acuerdo no llegó a ser firmado, pero quedó aceptado verbalmente por ambos hospitales y comenzó a funcionar, explica la neonatóloga del centro de Castellón Flavia Pronzato: “Se hizo una entrevista, y nos enviaron los tubos para la analítica por valija interna”. Llegó a hacerse un acto en el que se celebró su puesta en marcha, como reflejó la prensa. Comenzaron las llamadas de las madres interesadas, pero La Fe no pudo aceptar a ninguna de ellas porque la máquina para esterilizar la leche se había roto. El problema es que cuando la avería se arregló, el Banco de Leche informó al centro de Castellón de que, por el momento, no tenían capacidad para recibir y gestionar la leche de sus aspirantes.
Más donantes, más receptores
Más donantes, más receptores La noticia causó gran desánimo en el equipo médico que había elaborado el protocolo. Confiaban en que la participación de más mujeres donantes causaría un excedente en el banco de leche de La Fe. La consecuencia sería que los prematuros del General de Castellón tendrían más posibilidades de recibir leche donada. De momento, tal y como explica el Banco en su web, el producto está disponible de forma ordinaria para los neonatos del hospital valenciano. Sólo de forma excepcional se envía a otros hospitales que lo soliciten para “casos concretos y de urgencia”, según explican desde el departamento de comunicación de La Fe.
Uno de estos casos tuvo lugar hace unos días en el hospital General de Castellón, donde nació un bebé a las 25 semanas de gestación de 500 gramos de peso. Al cabo de unos días, La Fe autorizó el envío de leche materna donada para él. Pronzato se lamenta de que el Banco de Leche valenciano no tenga capacidad para ser abastecer a todos los hospitales de referencia de la Comunidad Valenciana en igualdad de condiciones, porque si así fuera “la leche hubiera llegado desde el primer minuto”.
Sin fecha para la ampliación
Sin fecha para la ampliación Según los portavoces de La Fe, en estos momentos el personal del banco es “el adecuado” para servir a los neonatos de este hospital. A la pregunta de por qué se interrumpió el acuerdo con el hospital General de Castellón, la respuesta es que se está trabajando para constituirse en “banco de leche regional”. Esto traerá consigo la firma de protocolos parecidos al de Castellón con varios hospitales de toda la Comunidad Valenciana. Desde La Fe, explican que este proceso “se quiere hacer de forma organizada, y esto necesita su tiempo porque conlleva unos trámites legales, administrativos y de recursos”. No hay fecha para la culminación de este proceso. En España, hay ocho bancos de leche materna, de los cuales solo uno -el de Madrid- funciona como regional. El resto trabaja en condiciones parecidas al de La Fe: ceden leche donada a otros hospitales cuando estos lo solicitan, bajo prescripción médica.
Disponer de leche materna donada es importante para los bebés prematuros en las situaciones en las que sus madres no pueden amamantarlos, algo que puede suceder en los primeros días tras el parto. En la página web de La Fe se explica que protege “frente a una grave enfermedad frecuente en prematuros, la enterocolitis necrotizante, pero también frente a las infecciones o la displasia broncopulmonar, También mejora la tolerancia a la alimentación”. La interrupción del protocolo dejó a unas diez mujeres sin poder donar en Castellón, pero la cifra podría ser más alta, según Pronzato: “No llegamos a hacer difusión por los centros de salud. Serían muchas más si hubiéramos empezado la campaña de promoción”. De momento, tanto los folletos explicativos como las madres interesadas en donar tendrán que esperar.