Colas, satisfacción por el ahorro y peticiones para que dure: los primeros días de los descuentos en el transporte

David Romero

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Comienza septiembre, con el síndrome posvacacional, con la ‘vuelta al cole’, a la rutina, al trabajo, a las horas punta. Realidades que se repiten año tras año. Pero este septiembre también hay diferencias, como la rebaja en el precio de los abonos del transporte público, que es distinta en función de cada Comunidad Autónoma, y que supone un pequeño alivio a la espiral inflacionista, al menos, hasta el 31 de diciembre.

Con el nuevo mes entraron en vigor los descuentos del transporte público, como los bonos gratuitos para viajar en Cercanías y trenes de Media Distancia que el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros del 1 de agosto, con el objetivo, también, de “fomentar el transporte público y reducir el uso del vehículo privado” e impulsar así el ahorro energético. No es la única medida, porque el Ejecutivo también puso en marcha una rebaja generalizada del 30% en el precio que pagan los usuarios por el transporte, que los gobiernos regionales podían ampliar hasta el 50%.

Unas medidas que no han escapado del barro político. Así ha ocurrido en la Comunidad de Madrid. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, tras haber tachado de “chequevotos” la propuesta del Ejecutivo y haber visto cómo su consejero de Transportes y Estructuras, David Pérez, la calificase de “parche coyuntural”, decidió ampliar el descuento en los abonos mensuales hasta el 50%.

“Económicamente me supone muchísimo”

Las primeras horas de los descuentos en el transporte estuvieron marcadas por las dudas de los viajeros y por las colas para comprar los abonos con descuento. Dentro de los vagones no había casi diferencias respecto a otras jornadas laborales pero no ocurrió lo mismo en las estaciones. elDiario.es recorrió algunas de las principales estaciones de Cercanías de Madrid para conocer la opinión de los viajeros sobre los descuentos.

En Atocha, Rafael decidió el jueves agotar los últimos billetes de su bono de 10 viajes, para evitar que se le caducasen. “El precio de este no me lo cambian”, lamentó. “En total, voy a ahorrarme unos ciento veinte euros”, una vez compre los billetes con descuento. “Es una buena idea, por lo menos va a beneficiar a mucha gente, que hay muchos que la están pasando mal”, sentenció.

En la misma estación, Alba ya viajaba gratis en Cercanías. Lo utiliza dos veces por semana para desplazarse al trabajo. “Económicamente me supone muchísimo. Normalmente voy en coche hasta la mitad de trayecto y luego cojo metro”.

Sobre los desplazamientos en coche, una trabajadora de Renfe de Madrid sur, que prefirió no revelar su nombre, reclamó más descuentos para quienes van en coche. “Creo que también se deberían tomar medidas al respecto para con el combustible y los precios del combustible. Que cada uno tenga la posibilidad de elegir con qué quiere viajar, si con transporte [público] o en su propio coche, porque hay gente que no puede viajar de forma directa en transporte público y no puede llegar a su puesto de trabajo”.

“Yo tenía el abono ya cargado de antes, pero voy a recargarlo en cuanto pueda. Sigo teniendo el abono joven, por lo que solo me cambia de veinte a 14 euros, pero, económicamente, me supone mucha mejora”, explicaba Víctor mientras esperaba el tren para acudir a su trabajo en Getafe.

Sebastián, en cambio, era ajeno a la reducción del precio para los menores de 26 años. Todos los días coge la Renfe para ir al trabajo y “para ir a cualquier lado”, añadió.

No en todas las estaciones del Cercanías de Madrid se vivieron igual las primeras horas de los descuentos en el transporte. Colas en Atocha, tranquilidad en Recoletos y sorpresa de algunos viajeros en Nuevos Ministerios, porque la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, bajó a la estación de Cercanías -situada a solo unos metros de su despacho- para supervisar la puesta en funcionamiento de los abonos gratuitos de Renfe. Lo hizo con un viaje a Atocha.

“Hay gente que no era usuario habitual de Renfe que ahora se está animando. Pero, al final, el que va a trabajar, a ver a la familia, suele ser el mismo. Lo único, claro, que ahora tiene la ventaja del ahorro mensual que se lleva”, explicó otro trabajador de Cercanías respecto al cambio en el número de gente de agosto a septiembre, quien también prefirió no desvelar su nombre. “Cualquier ayuda para los mileuristas es buena”, resumió.

Por lo general, en los primeros días de los descuentos gran parte de los usuarios preguntados desconocían de qué administración partía la iniciativa. “Pero, vamos, un poquito más [de rebaja] no importa, con que se pongan de acuerdo, viene bien. O, mejor, que se pongan en contra y así lo rebajan un poco más, que eso nos beneficia a nosotros”, comentó jocoso un usuario de Renfe.