En modo 'bikepacking', o simplemente salir con tu bicicleta de carretera desde cualquiera de las tres capitales vascas, a través de Euskadi Cycling podrás recorrer y saborear Euskadi de primera mano. Descubrir ciudades cosmopolitas, pueblos pesqueros o medievales. Arrancar el viaje con el olor del mar o viendo cómo se difumina la niebla mañanera sobre un valle rodeado de montañas. Saborear la reconocida gastronomía de Euskadi en un restaurante de un puerto pesquero o ver desde la terraza de una habitación de hotel cómo cae el sol en una colina de viñedos. Aún quedan rincones especiales esperando tu visita.
'The Basque Route' es una propuesta de 'bikepacking' por las carreteras y paisajes más atractivos de Euskadi. Dividida en ocho etapas, la ruta está pensada para que la persona viajera pueda disfrutar de la más completa oferta que ofrece Euskadi desde la libertad de ir en bicicleta.
En la primera etapa, tenemos una cita con el agua. Os la encontraréis junto al Guggenheim Bilbao, la seguiréis hasta un puente colgante único en el mundo y no la dejaréis marchar en todo el día. La veréis bañando playas, bailando alrededor de islas, golpeando acantilados salvajes, rodeando pueblos pesqueros o dibujando rías imposibles. Bienvenidos a la Bizkaia del Cantábrico.
Son 113 kilómetros y 1.809 metros de desnivel.
¿Listos para coquetear con la Euskadi verde? La de las montañas, la que se esconde en los pliegues de los valles, la de los caseríos solitarios. Adelante. Primero amaneceréis con el Cantábrico, seguramente comeréis en un valle, el del río Urola, oculto entre montañas y, finalmente, cenaréis cerca de una colina con forma de ratón.
Son 81 kilómetros y 1.281 metros de desnivel.
Estáis en Gipuzkoa. Lo sabréis por el olor a parrillada de pescado fresco, por las huellas que dejaron los romanos 2000 años atrás, por un pueblo de cuyos pintxos se enamoró el New York Times y por otro que parece Venecia pero está encerrado en un fiordo. Sí, estáis en Gipuzkoa, en la tierra de la famosa Bella Easo y esa playa de La Concha por la que todos suspiran.
Son 83 kilómetros y 1.358 metros de desnivel.
En Euskadi ‘hasta luego’ se dice ‘gero arte’. Así, entonad un ‘gero arte’ al mar porque os dirigís a la Euskadi de las postales, la de los prados y los hayedos, la de las sidrerías y los vasos en alto. Tendréis la suerte de conocer a un señor monte que se llama Txindoki, un par de pueblos medievales y puede que hasta algún mercado centenario. La meta es Vitoria, la ciudad ‘green’.
Son 130 kilómetros y 1.641 metros de desnivel.
Hay una Euskadi que huye de los tópicos y que hoy conoceréis. ¿Estáis listos para conducir a través de amplios campos de secano? ¿Preparados para descubrir un dolmen entre girasoles? ¿Y si os dierais un ‘baño’ en un mar de viñedos? Os espera un pueblo amurallado, catas de vino en bodegas subterráneas y la arquitectura más sorprendente de nuestra tierra.
Son 105 kilómetros y 1.440 metros de desnivel.
No es fácil abandonar Rioja Alavesa, no lo es. Para mitigar su recuerdo obtendréis una panorámica sorprendente del valle del Ebro, conoceréis un paisaje salado y un par de cascadas de quitarse el sombrero. Veréis también el nacimiento de un río que conocisteis hace unos días: el Nervión, que se pasea por el centro de Bilbao rumbo al mar.
Son 141 kilómetros y 1.706 metros de desnivel.
‘El Botxo’ (así se le dice, también, a Bilbao) os espera. Pero antes, visitaréis la superficie de un rincón muy poco conocido de Bizkaia, las Encartaciones y también un subsuelo que deja huella, el del valle de Carranza. Volveréis a ver el mar y sí, por fin podréis cantar aquello de ‘Desde Santurce a Bilbao…’ porque hoy lo viviréis. Tal cual. Por toda la orilla. ¿Con la falda arremangada? Quién sabe…
Son 93 kilómetros y 1.194 metros de desnivel.
Despertaréis en Lekeitio pero soñaréis unas cuantas horas más. El menú de hoy es conocer una Euskadi mágica. Literalmente. También será un día de contrastes, dejaréis las abruptas costas de Bizkaia para marchar hacia el interior hasta llegar a un valle de secano. Durante el camino, avisamos, habrá unas dosis de misterio, un poco de mística vasca y alguna calavera.
Son 103 kilómetros y 1.486 metros de desnivel.
Tienes más información sobre la ruta en este enlace.
Subir puertos en Euskadi es sentir ese cambio de vegetación al cruzar de la cornisa cantábrica a la mediterránea, el olor a hierba al pasar de un valle a otro, escuchar el “aupa!” al paso de otros ciclistas...
1.- Orduña
Situado entre los límites de Bizkaia y Burgos, el puerto de Orduña es uno de 'los tres grandes' junto con Urkiola y Herrera. Cabe destacar las trece ocasiones en las que se ha subido en la Vuelta Ciclista a España, siendo decisivo en las primeras ediciones, allá por 1960, donde la ronda solía finalizar en Euskadi.
Son 8 kilómetros, con 606 metros de desnivel, 902 metros de altitud y un 7,5% de pendiente media.
2.- Herrera
Situado íntegramente en territorio alavés, afrontarlo es ya un reto, y su marcada recta que va hasta el 14% nos avisa de que aquello no es broma. A un kilómetro escaso de la cima, en una pequeña bifurcación a la izquierda, se encuentra el panorámico balcón de La Rioja que no podremos dejar pasar.
Son 5,6 kilómetros, con 469 metros de desnivel, 1.101 metros de altitud y un 8,3% de pendiente media.
3.- Arrate
Ya desde 1941, corredores de la talla de Bahamontes, Poulidor, Ocaña, Roche, Indurain, Bugno, Olano, Beloki, Purito, Contador o el último vencedor, el vasco Izaguirre en la Itzulia 2022, han buscado y encontrado la gloria en esta mítica ascensión. Arrate no sólo en un santuario que da nombre a la subida, sino que lo es del ciclismo en general, siendo una de las cimas más transitadas por los cicloturistas, como así lo demuestran los datos de Strava.
Son 6,4 kilómetros, con 452 metros de desnivel, 581 metros de altitud y un 7% de pendiente media.
4.- Jaizkibel
No es de los más duros, pero sí el de mejores vistas. Mirando al mar entre las bonitas localidades de Hondarribia y Lezo, su ascensión es una auténtica delicia para el cicloturista. En el mes de agosto, Donostia-San Sebastián acoge una de las clásicas ciclistas del calendario internacional, de la que nuestro protagonista es el puerto estrella y seña de identidad.
Son 9,8 kilómetros, con 449 metros de desnivel, 453 metros de altitud y un 4,5% de pendiente media.
5.- Urkiola
Corredores de la talla de Julio Jiménez, Marino Lejarreta, Andrew Hampsten, Perico Delgado, o Claudio Chiappucci, por citar a algunos, han levantado los brazos en esta mítica ascensión situada en la provincia de Bizkaia. Un puerto de apenas 6 kilómetros con una pendiente media por encima del 9%. ¿Te atreves?
Son 6 kilómetros, con 554 metros de desnivel, 754 metros de altitud y una pendiente media del 9,2%.
6.- Oiz
Con una pendiente media del 11% el puerto de Oiz podemos decir que es la ascensión más dura de los puertos de montaña referentes en Euskadi. La victoria del canadiense Michael Woods en la decimoséptima etapa de la Vuelta 2018 quedará para la historia, al ser uno de los nueve finales inéditos de la ronda donde la gran afición vasca hizo que los corredores se sintiesen como en casa, abriéndose como una cremallera al paso de éstos. Javier Guillén —director de la vuelta— lo resumió así: “Oiz es un descubrimiento”.
Son 5,2 kilómetros, con 604 metros de desnivel, 1-019 metros de altitud y una pendiente media del 11%.
Protégete y protege a los demás; estas son algunas claves:
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