La decisión supone la extinción de las responsabilidades penales que pesaban aún en su contra. La liquidación de su condena había quedado fijada para mayo de 2018, en aplicación del cómputo establecido por la doctrina Parot.
Pérez de Nanclares se encontraba en libertad condicional desde el 7 de mayo de 2012 cuando el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, le excarceló tras comprobar que había manifestado su “renuncia a la violencia”, pedido “perdón a las víctimas” y satisfecho la responsabilidad civil que se le impuso por los atentados por los que fue condenado.
El miembro de ETA recuperó la libertad junto a otro preso de la banda terrorista, Fernando de Luis Astarloa. Castro justificó su decisión en ambos casos asegurando que reunían todos los “requisitos exigidos” por el Código Penal para acceder a los beneficios derivados de la libertad condicional.
Pérez de Nanclares, expulsado del colectivo de presos de ETA, fue condenado, entre otros hechos, por los asesinatos del guardia civil José San Martín Bretón, ocurrido en Getxo (Vizcaya) el 25 de febrero de 1992.