Seguridad inicia el “cierre” de comisarías en julio

Con el verano, llegan los 'cierres' de comisarías en la Ertzaintza. Lo que los nuevos responsables del Departamento de Seguridad llaman “gestión compartida” de los centros policiales comenzará a ser una realidad a partir del próximo 29 de julio. La medida afectara a cuatro comisarías guipuzcoanas: el centro policial de Zumárraga pasará a depender de la comisaría de Bergara y Beasain pasa a depender de Tolosa. La medida ya ha sido comunicada oficialmente a los responsables de los centros policiales afectados.

El Departamento ya tenía aprobada desde el pasado mes de marzo la herramienta legal que le permitia dar el paso a una de las decisiones más contestadas por todos los sindicatos de la Ertzaintza, que han realizado numerosas concentraciones contra una medida que supone la “merma del servicio público y menor seguridad para los agentes”, según las centrales.

La orden aprobada entonces señalaba textualmente “Una de las premisas de la reestructuración [policial] es el acercamiento de la Ertzaintza a la sociedad a la que sirve, razón por la cual se trata de dotar a las demarcaciones de cada una de las comisarías de todos los recursos y servicios necesarios para asumir la responsabilidad policial global sobre el territorio de su competencia”, se señala en la orden publicada ayer. La orden daba luz verde a la “unificación o centralización” del proceso de toma de decisiones operativas y de la planificación de los métodos de trabajo en las comisarías afectadas.

Racionalizar la gestión

Seguridad, que reitera que no se trata de “ningún cierre, sino de la gestión compartida” de las comisarías, según portavoces oficiales, niega que esa medida suponga una merma del servicio. “Racionalizar y optimizar la gestión de los medios disponibles”, se ha mantenido siempre desde el Departamento de Seguridad que. Fue la propia consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, la que defendió en el Parlamento las bondades del sistema. En una comparecencia para explicar sus planes dijo que la experiencia piloto desarrollado en Zarautz y Azkoitia permitió disponer de más agentes en tareas de seguridad ciudadana e investigación, además de reducir los efectivos en las escalas administrativas.

Entre las ventajas de este nuevo modelo de gestión -que se presentará mañana- se encuentra la reducción de mandos y el incremento de plazas en la escala básicas de servicios, el incremento de patrullas en las calles (korrikas), una mayor capacidad de “respuesta inmediata” ante situaciones complejas que pueden conllevar más riesgo, la creación de grupos operativos de investigación no uniformada y la dotación de la estructura de mando necesaria. Seguridad está volcado en reorganizar la policía vasca hacia un modelo que califican de “policía de proximidad”.

Todo esto fue negado por las centrales sindicales. El sindicato mayoritario en el cuerpo Erne, que ha realizado movilizaciones como el resto de centrales desde hace meses contra estos planes de Seguridad, cree que “el servicio público se resiente con esos sistemas unificados. Esto no tiene nada que ver con prestar un buen servicio a los ciudadanos”, sostiene un portavoz de la central mayoritaria. “Cuando el Departamento habla de optimización de recursos lo que está diciendo en realidad en su plan piloto es que va a unificar y cerrar comisarías. El problema es que este tipo de políticas de recortes merma el servicio del ciudadano y, encima, resta seguridad a los agentes”, concluye.