Las sospechas de manipulación de los exámenes de varias especialidades médicas de la gran oposición de Osakidetza para beneficiar a médicos muy concretos tienen su origen en el trabajo soterrado que, desde marzo, tres profesionales del Servicio Vasco de Salud conocedores de las irregularidades realizaron para reunir pruebas y que ha desembocado en la situación actual, cuatro pruebas suspendidas (Anestesia, Cardiología, Angiología y Cirugía Plástica) y una investigación abierta por la Fiscalía. Los tres facultativos han emitido este lunes un comunicado en el que animan a quien se sienta afectado a que “hable abiertamente sobre su situación y exprese su opinión sin miedo y sin complejos”. “Es un trabajo que debemos hacer entre todos”, indican.
“Venimos trabajando desde hace meses para conseguir sacar a la luz algo que nos parecía profundamente injusto por más que fuera lo aceptado entre compañeros y superiores”, indican estos médicos, afiliados a ESK, y que aseguran que “no es justo” que una persona tenga que “exponerse” a sufrir represalias por denunciar la “corrupción”. El sindicato ESK, que elaboró una predicción ante notario de quienes lograrían plaza en algunas categorías como Anestesiología a partir de la información lograda por estas personas, asegura que están recibiendo “presiones”. “¿Es a esto a lo que se refería el consejero Jon Darpón cuando decía en el Parlamento que no le temblará la mano?”, abunda la central, una de las que ha presentado o presentará denuncia en la Fiscalía junto a ELA, LAB, CCOO, SME y SATSE.
“Pensamos que deben articularse ya protocolos que animen, protejan y garanticen la seguridad de las personas interesadas en denunciar la corrupción en los organismos y administraciones públicas”, añaden los tres profesionales en su comunicado.
El tribunal de la especialidad de Pediatría ha anulado uno de los ejercicios del examen de la OPE debido a que el caso clínico fue analizado recientemente en un congreso por parte de un miembro del tribunal, según ha informado Osakidetza en un comunicado. Tras reunirse el pasado viernes, el comité evaluador ha interpretado que alguno de los 211 aspirantes a las 32 plazas podía haber partido con ventaja por estas circunstancias, por lo que han optado por anular el ejercicio, aunque la convocatoria continúa adelante. El Gobierno matiza que la anulación de esa prueba no guarda relación con la presunta filtración de exámenes en al menos cuatro especialidades de la OPE.