El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, han celebrado este miércoles por la tarde una “esperada” reunión de la Junta de Seguridad, el órgano bilateral que coordina las políticas en materia policial en Euskadi y que no se reunía desde 2012. La cita, celebrada en buena sintonía en la sede del Gobierno vasco en Lakua (Vitoria), según ambas partes, ha “refrendado sin duda el carácter de Policía integral” de la Ertzaintza, en palabras de Beltrán de Heredia. El cuerpo, creado en 1980, dispondrá ahora de acceso directo a información policial estatal y europea (Europol, Siena, Sirene), podrá realizar actuaciones ‘en caliente’ en Francia y se incorporará como miembro de pleno derecho a la mesa de seguridad nacional contra el yihadismo (CITCO). La reunión, sin embargo, ha orillado la vieja aspiración del nacionalismo vasco de ajustar el despliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado tras el final de ETA más allá de la creación de varias comisiones de coordinaciones policial.
“La distribución de competencias está muy clara. El número de policías y guardias civiles no es competencia de la Junta de Seguridad. Hoy por hoy no hay ninguna circunstancia que haga ver que haya que reducirlos”, ha despejado Zoido a preguntas de los periodistas. “Entiendo que es el Estado quien dentro de sus funciones y las competencias que tiene que decidir qué recursos destinar a las competencias asignadas”, ha apostillado Beltrán de Heredia, que en ocasiones anteriores había aludido públicamente a las competencias “residuales” de Policía Nacional y Guardia Civil en la comunidad autónoma.
En Euskadi, según el Estatuto y el acuerdo de delimitación de competencias aprobado en 1989 por la propia Junta de Seguridad, las Fuerzas de Seguridad del Estado se encargan, en materia de Seguridad Ciudadana, de la vigilancia de puertos, aeropuertos, costas, fronteras, aduanas y escolta de autoridades del Estado y extranjeras. También expiden DNI, pasaportes y controlan las políticas de Extranjería. Finalmente, asumen investigaciones de carácter suprautonómico y asuntos especiales como el narcotráfico, el terrorismo o el crimen organizado.
Aunque formalmente no ha habido una decisión política de replegar las Fuerzas de Seguridad del Estado desde el final de ETA, como ha demandado con insistencia Beltrán de Heredia, sí es cierto que la presencia de policías y guardias ha caído en un 19% desde finales de 2011, frente al 8% de media en el resto de comunidades autónomas. De 4.611 efectivos se ha pasado a 3.751. En todo caso, el ratio sigue siendo el doble que el de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Cataluña (1,73 agentes por cada 1.000 habitantes), una comunidad con un modelo policial gemelo al vasco.
Zoido se ha referido también a la campaña ‘Alde hemendik’ de la izquierda abertzale y a actos de protesta como el previsto en Oñati en los próximos días contra la presencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado. “Cada uno que pida lo que quiera. Cree en la libertad”, ha respondido el ministro sobre esta campaña.
Tanto el ministro como la consejera, que han estado acompañados por sus respectivos ‘números dos’, José Antonio Nieto y Josu Zubiaga y por otros altos cargos, se han felicitado por el desarrollo de la Junta de Seguridad y han puesto en valor los 15 acuerdos alcanzados. “Es el comienzo de un trabajo si cabe más intenso”, ha dicho Beltrán de Heredia. “Compartir información nos hará ser más eficaces. No hay quizá un mayor interés común para quienes residen en el País Vasco y para quienes residen en España que la seguridad”, ha abundado Zoido.
El ministro se ha referido también a la alerta yihadista que vive Europa. “En el País Vasco no hay una alerta por encima de cualquier otra parte de España. No hay ninguna alarma concreta pero hay que mantener la tensión”, ha indicado. Beltrán de Heredia ha destacado que el acceso directo a bases de datos internacionales facilitará precisamente la labor de la Ertzaintza en esta materia. De hecho, una de las comisiones de coordinación que se constituirán estará especializada en el terrorismo.