Vitoria reacciona ante el incremento de denuncias por violencia de género

El repunte de denuncias por violencia machista en las que están involucrados en su mayoría jóvenes, preocupa y mucho al Ayuntamiento de Vitoria. En los últimos siete meses las denuncias registradas en las oficinas de Policía municipal y Ertzaintza han aumentado un 12% con respecto al mismo periodo del año anterior. En 2014 se recogieron 260 y este año se han elevado a 292. El Ayuntamiento, ante este incremento de agresiones violentas hacia las mujeres que parece no tener freno - especialmente en agosto- ha considerado prioritario fortalecer los servicios ya existentes para atender a las víctimas. Con este propósito nace “Onartuz”, un nuevo servicio para la atención integral y multidisciplinar de las mujeres que sufren violencia de género.

Se pondrá en marcha en las próximas semanas y supondrá “una mejora sustancial en la detección de casos de violencia y el apoyo a los procesos de desvinculación y recuperación”. Cuenta con cinco profesionales de los ámbitos de la psicología, el trabajo social y la educación social integrados en un equipo de nueva creación.

El equipo multidisciplinar va a aplicar un nuevo protocolo de funcionamiento de los servicios sociales. “A partir de ahora, nuestros servicios sociales van a contar con mejores herramientas para identificar situaciones de violencia de género y dispondrán de un nuevo equipo específico para ayudar a aquellas mujeres que quieran iniciar una nueva vida lejos del maltrato. Frente a esta lacra, que últimamente nos está deparando datos especialmente preocupantes, tenemos que reaccionar desde la protección y el apoyo más eficiente posible a quienes la sufren. Con ese objetivo ponemos en marcha Onartuz”, ha señalado la concejala de Políticas Sociales, Nerea Melgosa.

Proceso de acompañamiento en cinco fases

El servicio “Onartuz” llevará a cabo un proceso integral de acogida y acompañamiento dividido en cinco fases: la detección de situaciones de violencia de género, el diagnóstico de cara a la identificación de la mujer como víctima y su voluntad de romper la relación con el agresor, el trabajo de una ruptura evolutiva, el apoyo en la desvinculación y la transición hacia una vida autónoma y, por último, el seguimiento.

Para ello, se seguirá una doble línea de actuación: en las primeras fases del proceso de acogida y acompañamiento intervendrán los servicios sociales de base o específicos, a los que se dotará de herramientas más eficaces para la detección, valoración y diagnóstico de las situaciones de violencia de género. Dispondrán de una amplia tabla de indicadores para medir la intensidad de la atención y la posible necesidad de derivación a un equipo específico, el equipo “Onarpen”, que intervendrá en las fases finales del proceso.

El equipo “Onarpen” asumirá los casos y expedientes que requieran un acompañamiento específico y excedan las posibilidades de los servicios sociales de base. Llevará a cabo el apoyo intensivo en el proceso de desvinculación, marcando también pautas de intervención con niños, niñas y adolescentes que sufren el impacto de la violencia de género. En una última fase, el equipo “Onarpen” realizará el seguimiento y cierre de cada caso. Otra importante tarea que asumirá este grupo multidisciplinar será dar soporte a los recursos y programas de violencia de género.