Una nueva IU Extremadura que logra plena confianza de Podemos para confluir y lima asperezas con Siex

Pasados los 100 primeros días de Joaquín Macías al frente de IU Extremadura han llegado cambios sustanciales inimaginables hasta no hace mucho.

Hay voces que ya hablan de una ‘nueva’ Izquierda Unida porque a la dirección se han incorporado muchas caras nuevas.

También porque el 98 por ciento de las personas que han votado en la consulta de Podemos en Extremadura ha dado un rotundo sí al pacto para una confluencia conjunta con Izquierda Unioda en elecciones generales. Algo impensable meses atrás, cuando la formación morada marcó claras distancias con Pedro Escobar.

Dice Macías que no cree en las venganzas ni en los personalismos, sino en la clase trabajadora. Destaca que en el nuevo contexto de IU hay muchas caras nuevas (lo sitúa en el 80 por ciento), con la llegada de perfiles críticos. “Tenemos una cosa clara, y es que frente a los malentendidos y los conflictos priorizamos un trabajo político frente a la actual situación social y laboral de la gente, la defensa de los intereses de los trabajadores”.

“Una dirección de IU Extremadura más respetuosa con nosotros”

Esta semana la ‘nueva’ IU Extremadura ha logrado un entendimiento con Socialistas Independientes de Extremadura (Siex), que la próxima semana los iba a sentar en el banquillo en una demanda judicial en la que les reclamaba 115.799 euros derivados del acuerdo con el que ambas formaciones concurrieron de a las elecciones autonómicas y locales de 2011.

A través de un comunicado los responsables de Siex e IU Extremadura enterraban el hacha de guerra con el reconocimiento de Joquín Macías de que se debió llegar a un acuerdo político de reparto de ingresos institucionales proporcional y equitativo, “algo que no se hizo”.

Siex reconoce por su parte que uno de los factores que han influido en su decisión de retirar la demanda es la no continuidad de Pedro Escobar al frente de Izquierda Unida. Apunta Antonio Vélez, militante de Socialistas Independientes de Extremadura y exalcalde de Mérida, que ha sido un acuerdo convenido desde la buena voluntad. “Sufrimos un tratamiento incorrecto, pero la vida política sigue y pensamos que la venganza no debe ser nunca una moneda de cambio en política”.

Piensa que no es bueno para la ciudadanía y para la vida política un enfrentamiento así entre dos partidos de izquierdas, pese a que tiene la seguridad de que hubieran ganado la demanda. “Pese a haber recibido un trato incorrecto, pero tampoco queremos que se piense que era una cuestión pesetera, sino una cuestión de principios”.

Vélez hace hincapié en que ha encontrado una nueva dirección en Izquierda Unida más respetuosa y que ha reconocido un trato injusto, “una nueva dirección que ha tenido un acercamiento hacia nosotros y que ha querido solventar el problema”.

¿Qué piensa Podemos?

Desde Podemos su responsable Álvaro Jaén destacó que una “amplia mayoría” de militancia extremeña respalda “construir una mayoría social” para ganar al PP el Gobierno. A su juicio supone una “oportunidad histórica y real de ganar” y la convergencia con IU en la región sigue adelante.

No obstante internamente sí hay reticencias. La realidad de Extremadura es diferente a la de otras comunidaes, y en la región muchos de los miembros que hoy conforman la formación morada han pasado previamente por IU, o bien han criticado duramente su papel al frente a un gobierno de derechas en minoría con Monago. No obstante la amplia mayoría de apoyos, la renovación del coordinador regional y la postura del partido de Pablo Iglesias a nivel estatal parecen haber convencido a las bases de Podemos.

El tema ya ha sido utilizado en clave política por parte del PSOE extremeño, cuyo portavoz parlamentario Valentín García señaló que cada partido “concurre con quien quiere” pero ha criticado que Podemos ahora lo haga con IU ya que “gobernó con el PP” en Extremadura en la anterior legislatura.

“¿La nueva dirección de IU es nueva?”

Víctor Casco, militante de Izquierda Unida Extremadura y excoordinador de esta formación, apuesta por hacer piña en estos momentos y trabajar juntos en las elecciones. Espera una campaña que permita a la coalición de partidos y movimientos sociales a la izquierda del PSOE que logre los mayores éxitos posibles.

No comparte la idea de Joaquín Macías de que IU Extremadura se haya renovado a los niveles que transmite el actual coordinador. Comenta que si bien, buena parte ocupa responsabilidades por primera vez, algunos de ellos sí estaban ligados al anterior ‘aparato’ porque trabajaban como liberados, o porque han asistido como invitados a los órganos de representación, sin cargo expreso pero sí en los aledaños de ese poder.

Piensa que en su organización, a nivel federal, ha habido un cambio de opinión causado por diferentes factores, bien porque han reconocido que estaban equivocados o bien porque “optan por remar favor del viento en plan ‘veleta’” y en la actualidad se habla con fuerza de las confluencias.

Pone otro elemento de debate encima de la mesa y resalta que antes de reconciliarse con Podemos, IU Extremadura necesita reconciliarse con su propia organización, por ejemplo con las militancia de Cáceres y Plasencia. “Estamos en una nueva etapa, y ha habido personas injustamente expulsadas, hay que dejar a un lado las puñaladas de unos y otros y superar los conflictos internos, y de momento ese paso no se ha dado”.

Los escoldos pendientes en IU Extremadura

Sin duda la salida de la militancia de las grandes ciudades es uno de los rescoldos que Macías tiene que terminar de apagar. El actual coordinador de IU Extremadura apunta que está en contacto con el coordinador local de Cáceres, y que muestra su voluntad de consenso. “Queremos hablar con ellos, saber quiénes siguen y quiénes no, y hay que tener en cuenta además que tenemos una campaña encima de la mesa”.

Reconoce que sí le gustaría que volviera la militancia que se ha ido. No obstante advierte que una cosa son las discrepancias y críticas propias de una formación como IU, “y otra cosa han sido el daño que se ha hecho, a unos niveles que no son buenos”.

Un proceso en el que lamenta que se han quedado sin representación tanto IU como las candidaturas alternativas que se montaron, “un daño difícil de arreglar” según comenta.

“Ellos tienen que pensar ahora si el proyecto de IU les interesa o no”, a lo que añade que otros se han marchado a otras formaciones. Dice que necesitan más tiempo, poner en marcha otro funcionamiento en las asambleas y seguir trabajando por la unidad de la izquierda.

En cuanto a la pregunta de si está ilusionado con una convergencia: la respuesta es que sí. Aunque advierte que una cosa es un pacto y otra una confluencia más lenta y reflexionada, porque hay que trabajarla y conocerse en lo concreto, según dice.