Se agotan los plazos para conformar gobierno y ya se esperan pocas sorpresas mientras los partidos se preparan para una repetición de elecciones generales. De nuevo se habla en Extremadura de la posibilidad de que organizaciones políticas y movimientos sociales a la izquierda del PSOE vayan juntas bajo una misma candidatura. Por Cáceres y Badajoz.
La posibilidad de una unidad no llegó a buen puerto en las pasadas elecciones locales y autonómica en Extemadura. Ahora algunas voces reclaman un consenso, afirmando con contundencia que no ir juntos bajo una lista de organizaciones políticas y movimientos supone “una frivolidad, una irresponsabilidad” que haría un flaco favor a lo que denominan las ‘fuerzas del cambio’.
Otros son más cautos, y apuntan que aunque es necesaria la convergencia no hay tiempo para montar unas primarias, y que la suma de todas las organizaciones no tiene por qué traducirse en una suma de votos.
Es cierto que queda poco tiempo para montar la candidatura, ya que en caso de que se convoquen elecciones la lista de debería de presentarse a mediados de mayo. También hay que esperar a los movimientos desde Madrid, aunque en esta ocasión el consenso está más cerca.
IU Extremadura, a favor
Uno de los defensores del postulado de las confluencias es Izquierda Unida Extremadura. Su coordinador regional, Joaquín Macías, traslada que antes de ostentar esta responsabilidad en la formación ya defendía la unidad de la mano de una coalición electoral, al igual que ahora.
Una unidad en la que apuesta por que vayan juntos Izquierda Unida y Podemos, pero también las Mareas ciudadanas o Compromís. Aunque reconoce que existe poco margen de actuación, sí abre las puertas a un acuerdo siempre que cada una de las formaciones representadas mantuviera su autonomía. Traslada su disposición al diálogo y hacer una reflexión conjunta. Podemos Extremadura no se ha pronunciado sobre esta posibilidad, aunque la formación sí que trasladó en declaraciones a los periodistas que hay pocas opciones para formar gobierno.
Otra de las caras más conocidas de IU Extremadura, Miguel Manzanera, defiende la unidad en un artículo donde dice que el objetivo no debe ser un mero acuerdo entre cúpulas partidarias y políticos profesionales, “sino la construcción plural de la Unidad Popular desde las bases, respetando la pluralidad y diversidad de los trabajadores y los ciudadanos ante la incapacidad del neoliberalismo para resolver la crisis que ese sistema ha creado”.
Unidad popular sí, pero con ‘matices’
Equo Extremadura fue una de las formaciones que defendió las pasadas elecciones por esta unidad a la izquierda del PSOE. El partido verde acudió finalmente junto a Podemos a los comicios, aunque en este caso IU no entró en la suma.
Juan Carlos Vila, de Equo, explica que su formación sí defiende una unidad de partidos y movimientos sociales, aunque hace varios matices. Su posición “ideal” es que no hubiera elecciones, para que diera tiempo a todas las ‘fuerzas del cambio’ a montar una confluencia con un debate profundo, sosegado. Donde hubiera tiempo a organizarse, analizar y sumar. Piensa que haciendo este trabajo, de manera sincera, incluso por la provincia de Badajoz se podrían sumar hasta dos diputados.
Aunque advierte que en la situación actual no hay tiempo de montar listas, sino reeditar los pactos anteriores reestructurándolos, para incluir a quienes no estuvieron. Piensa que el encaje de personas bajo esta fórmula no entra dentro de lo que puede entenderse como ‘nueva política’.
A ello añade que la suma de nuevas formaciones no tiene por qué trasladarse en más votos, y se refiere al devenir de Ciudadanos. Una formación que en las pasadas elecciones se quedó a tan solo 2.000 votos detrás de su candidatura en Badajoz, ante lo que advierte que habría que analizar cuánto aumenta la unidad para compensar la presencia de C’s.
Manuel Cañada, activista y excoordinador regional de Izquierda Unida muestra su apoyo explícito a la unidad de fuerzas desde la región si hay elecciones. Comparte el manifiesto que más de un centenar de personas del mundo de la cultura, la universidad, movimientos sociales y el periodismo han firmado bajo el título “Por la confluencia política y electoral de las fuerzas del cambio en el Estado español”.
Cree que en el momento actual es imprescindible una estrategia de unidad popular de todas las fuerzas que crean en la “transformación, y el cambio”. Así lo transmitió el propio Cañada en una mesa redonda en Córdoba, donde compartió debate con Garzón y Rafa Mayoral. El motivo, a su juicio, es que en estos momentos hay dos opciones: una restauración del sistema actual o una ruptura democrática.
Apunta que Podemos no es la ola, sino que más bien se encuentra en la cresta de una ola en la que también están todos los movimientos que luchan en las calles y otras organizaciones. “Ni Podemos ni Unidad Popular son el epicentro del terremoto, hay mucho más”, según Cañada, que insiste en que el ‘empoderamiento’ de la lucha popular exige unir las fuerzas para el cambio.
El activista aboga por combatir desde la unidad tres grandes crisis, entendidas como la crisis financiera, que ha tenido sus efectos según comenta en las ‘hipotecas basura’ y la crisis ecológica; junto a la crisis de las instituciones europeas y los efectos del euro sobre la ciudadanía, junto a la tercera crisis, que identifica como la crisis del régimen del 78.
Frente a esto, lanza un mensaje de “crítica constructiva” y apunta que ha habido en el pasado una “actitud de enroque de unos y de otros” que hizo que no se llegaran a a acuerdos. Imprescindible --afirma-- ir juntos, pero no solo con una unión de siglas en las elecciones, sino juntos hacia un cambio real para construir otros ‘contrapoderes’.