Por tercera vez esta semana, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado que la próxima semana habrá un levantamiento parcial de las restricciones que están vigentes ahora mismo en Galicia. Lo ha hecho solo 24 horas después de que el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, explicase las conclusiones de la última reunión del comité clínico y calificase de “poco prudente” abrir el debate sobre una desescalada.
La comunidad, que lleva dos semanas con un confinamiento perimetral en todos los municipios y la hostelería cerrada, tiene una incidencia acumulada a 14 días de 528 casos por 100.000 habitantes, por debajo pero no muy lejos de la incidencia de 584 que registra de media España. Las unidades de cuidados intensivos siguen en cifras máximas, superiores al pico de la primera ola. El último dato indica que hay 234 pacientes con COVID-19 en críticos, frente a los 177 que llegó a haber en abril. En planta los pacientes siguen por encima de 900 y hace 37 días que los nuevos contagios diarios no bajan de 500.
Este jueves Feijóo hizo alusión a la intensidad de esta tercera ola en la comunidad, que superó durante varios días consecutivos en enero sus récords de nuevos positivos detectados y de casos activos. Ya en febrero se registraron los peores datos de ingresos en planta y en la UCI de la pandemia. El presidente gallego ha pasado a vincular el aumento de los casos, que empezaron a crecer con fuerza tras las Navidades, con la aparición de la cepa británica: “De esa explosión de contagios que se produce en la tercera ola, una parte muy significativa es consecuencia de la mutación del virus”. Sin esta variante, que ha agregado que representa en torno al 50% de los casos secuenciados, “la situación sería menos preocupante”.
A pesar de que Feijóo dice no “prejuzgar” el contenido y el alcance del levantamiento de restricciones, sí ha adelantado que en el próximo encuentro del grupo de expertos que asesora al Gobierno gallego se decidirán cambios. Esa reunión será el lunes, 15 de febrero, de forma que la Xunta tenga tiempo de anunciar las novedades y que estas entren en vigor el miércoles. Ha insistido en que el proceso será “gradual” y las nuevas limitaciones, “proporcionadas”.
Ha alejado la posibilidad de que el Gobierno gallego suprima las limitaciones que afectan a la hostelería: “Es el sector con más dificultades para poder levantar algunas restricciones”. En cualquier caso, ha indicado que buscará “despejar algún escenario para las próximas semanas”. Lo ha dicho en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de su gabinete, en la que se ha aprobado un segundo plan de ayudas a autónomos, microempresas y negocios de hostelería. El plan tiene un presupuesto de 75 millones de euros y las cantidades empiezan en 1.200 euros y suben en función de la caída de la facturación y el número de empleados.