Bernie Sanders arrasa en su prueba de fuego

Bernie Sanders ha acabado esta noche con el mito de que solo le votan los jóvenes blancos más izquierdistas. Con su aplastante victoria en Nevada (46,6% de los votos con un 50% escrutado), ha demostrado que sus apoyos en el Partido Demócrata son mucho más profundos que cuando perdió hace cuatro años frente a Hillary Clinton: arrasa entre los hispanos, que eran casi uno de cada cinco votantes, gana con claridad entre las mujeres y también vence en todos los grupos de edad salvo los mayores de 65. A poco más de una semana del crucial 'Supermartes' que puede decidir las primarias, Bernie Sanders es sin duda el favorito para enfrentarse a Donald Trump en noviembre. Vamos con los ganadores y perdedores de los caucus demócratas de Nevada, donde una vez más tenemos un recuento que no acaba nunca.

Ganadores

Bernie Sanders: seguro que Sanders ha respirado aliviado hoy, porque ha superado con nota una prueba de fuego. Venía de obtener buenos resultados en Iowa y New Hampshire, pero en esos sitios ya le fue bien hace cuatro años frente a Hillary Clinton y acabó perdiendo. Nevada, donde Clinton le venció, es un estado difícil para ir contra el establishment: allí no se hace el tipo de campaña puerta a puerta de los primeros estados y además hay que lidiar con sindicatos fuertes y bien organizados que tienen mucho que decir en el partido y suelen estar cerca del aparato Si a todo esto le sumas que Sanders ha tenido muchas dificultades en el pasado para ganarse a los votantes hispanos, se aprecia perfectamente que la de esta noche es una gran victoria. Sus peores carencias como candidato en las primarias de 2016 casi han desaparecido en 2020.

Joe Biden: si hace apenas unas semanas me hubieran dicho que Joe Biden estaría celebrando un segundo puesto en Nevada, me habría parecido una broma, pero así es. Cierto que Biden lideraba todas las encuestas en el estado hasta hace poco, pero tras las humillaciones sufridas en Iowa y New Hampshire hoy se puede decir que ha cogido un poco de oxígeno. El exvicepresidente ha hecho valer su tirón entre los votantes más mayores y los afroamericanos. Esto último es muy relevante porque la siguiente cita en el calendario de primarias es South Carolina, donde el 60% de los votantes es negro. Si a su segundo puesto en Nevada le suma una victoria allí en siete días, llegará vivo al Supermartes.

Las primarias: basta ya de caucus, por favor, hagamos primarias que son más facilitas de contar. Para que el escrutinio llegara al 50% esta noche, han tenido que pasar seis horas desde la finalización de las asambleas. Sería más rápido ir casa por casa preguntando a los votantes.

Perdedores

Los 'centristas' Pete Buttigieg y Amy Klobuchar: la resurrección parcial de Biden le quita oxígeno a sus rivales centristas menos conocidos. Buttigieg ha atacado muy duramente esta noche a Sanders (“una revolución ideológica que deja fuera a la mayoría de los demócratas y de los estadounidenses”), pero eso solo tiene sentido si consigue consolidarse como la alternativa moderada a Bernie. Esto es aún más cierto para la senadora Amy Klobuchar, que tras despuntar en New Hampshire tuvo una mala actuación en el debate y cuyo resultado hoy pone en duda su viabilidad como candidata.

Elizabeth Warren: la senadora que quiere disputarle a Sanders el voto de la izquierda del partido ha tenido, de nuevo, una mala noche. La pena para ella es que brilló muchísimo en el debate televisado de esta semana y esperaba, además del subidón de donaciones que sí se produjo, rentabilizarlo electoralmente. Muchos demócratas ya habían votado por correo antes de ver ese debate y eso puede haber amortiguado sus efectos, pero cada vez parece más evidente que el ala más izquierdista de los demócratas ya ha tomado una decisión y quiere que Sanders sea su candidato.

Los supermillonarios: Bloomberg no se presentaba en Nevada, pero los caucus le dejan una interesante lección: el otro candidato milmillonario, Tom Steyer, se había gastado más de 10 millones de euros en publicidad en estado y a la hora de votar casi nadie se ha acordado de él.