Comienzan a derribar el chalé de La Grajera

La familia Mendiola ha derribado el chalé construido sin licencia en los años noventa junto al parque de La Grajera de Logroño, después de casi veinte años de resoluciones municipales y pleitos judiciales para que se demoliese.

El portavoz municipal de Logroño, Vicente Urquía, ha detallado que las obras de derribo comenzaron ayer, casi dos meses después de que sus propietarios presentasen en el Ayuntamiento el proyecto de demolición.

El pasado verano, el Consistorio acordó encargarse de la ejecución subsidiaria del derribo, y después pasar la factura a INMENOLA S.L., una sociedad formada por los hermanos Mendiola Olarte, entre los que figura la senadora popular riojana Francisca Coloma.

La Junta de Gobierno Local incluso adjudicó estas obras por 54.200 euros, pero finalmente sus propietarios decidieron encargarse ellos de los trabajos.

Este asunto se remonta al año 1989, cuando se construyó un edificio de dos plantas en una caseta de usos agrícolas situada en una zona de suelo urbanizable no delimitado, con una licencia de obra menor.

El Ayuntamiento de Logroño no legalizó las obras y trasladó el expediente a la Comisión de Urbanismo, que tampoco autorizó la legalización en 1992 y desestimó un recurso de los propietarios.

En 1993, la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Logroño acordó la demolición de las obras realizadas en una casa situada cerca del parque de La Grajera, por lo que sus propietarios recurrieron este acuerdo municipal, pero el TSJR lo desestimó en mayo de 1994.

El asunto permaneció archivado hasta 2006, cuando el PSOE, entonces en la oposición, recordó la ilegalidad de esta construcción, por lo que la Junta de Gobierno Local del Consistorio logroñés acordó de nuevo que se cumpliese el derribo del edificio.

INMENOLA recurrió de nuevo esta decisión municipal, porque consideró que el expediente había caducado, pero el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Uno de Logroño desestimó su petición en abril de este año.

Los propietarios volvieron a recurrir esta decisión, esta vez ante el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR), que en julio pasado también desestimó sus peticiones y confirmó que se derribase el inmueble.