El Calahorra continúa con su racha positiva como visitante

2 de diciembre de 2018 07:38 h

Otra salida puntuando. La tercera consecutiva. Este Calahorra ha sabido reciclarse para ofrecer un mejor rendimiento, ahí están los resultados, como visitante. De cierta endeblez a aparente solidez. Victoria en Lasesarre y en las instalaciones de Mareo, además de un empate ante un Vitoria que pelea por el mismo objetivo que los rojillos, la permanencia. Cierto que el peculiar filial del Eibar presenta los peores números como loca, pero también que cada partido es un mundo. Por eso, continuar sumando -22 puntos en 15 jornadas- es importante para el cuadro de Miguel Sola, que la semana próxima no se podrá sentar en el banquillo de La Planilla por la expulsión sufrida en el tiempo añadido.

El Calahorra salió temeroso y lo pagó caro cuando Jaime Dios, a los 8 minutos, superaba a Zabal. Hubo dudas en el cuadro rojillo que había arrancado con respeto, pero sin miedo a tener la pelota. Al Vitoria le entró el vértigo de verse por delante en el marcador y fue retrasando su posición a medida que los riojanos se iban soltando. Quizá por eso, el equipo rojillo pisó el área de los vascos como evidenció el tiro de Ortega que impactó en la mano de Hernández. Penalti que no desperdició Parla –este domingo volvió a ejercer de central- para equilibrar el marcador.

Un tanto que volvió a cambiar el rumbo del choque. El Vitoria recuperó el mando. Los riojanos estaban agazapados y a merced de un conjunto local al que le costaba generar. Al menos, el orden de los visitantes daba sus frutos para aguantar con el empate al descanso. Fue en la segunda mitad cuando los de Igor Gordobil acrecentaron su dominio territorial. Así se fueron sucediendo las oportunidades.

Jaime Dios tuvo el segundo en su cabeza. Gran centro lateral y remate que se marchó alto después de que el balón botara demasiado lejos de la meta visitante. Sola intentó frenar las acometidas de los locales poniendo en escena a Barcina por Goñi, pero el Vitoria parecía estar más cerca del triunfo. Zabal evitaba el tanto con una gran parada a tiro de Regis que se inventó una gran jugada donde se fue zafando de cuantos contrarios le salían al paso. Y acto seguido fue Lara el que pudo superar al meta alfareño, pero su tiro impactó en el larguero.

La réplica, casi en la única ocasión clara de los riojabajeños en la segunda parte, la tuvo Obeng. Su tiro se marchó fuera por muy poco. Esta juagada animó a los visitantes. El duelo se abrió para convertirse en un ir y venir en el que sólo faltó acertar en el último pase. El Vitoria buscaba descaradamente el triunfo, pero el Calahorra no renunciaba a nada. Así que la emoción se conservó hasta el último suspiro sin que hubiera movimientos en el electrónico. La única variación fue la expulsión de Sola en el tiempo añadido.