El Tourmalet, los Pirineos y la crono larga
La edición de 2010 del Tour de Francia presentará un duro recorrido, con muchos puntos atractivos durante sus tres semanas, con un invitado especial como el pavés, el protagonismo merecido para los 'centenarios' Pirineos y con el Tourmalet y la crono larga para el desenlace final.
Un camino hacia los Campos Elíseos que se iniciará en la holandesa Rotterdam, y que está preparado para que, salvo sorpresa, un escalador, entre ellos el español Alberto Contador (Astana), se corone como el vencedor en París. Además, desaparecen la crono por equipos y las bonificaciones.
Así, si en 2009 fue el coloso alpino del Mont Ventoux el que dictase sentencia en lugar de la habitual contrarreloj de gran kilometraje del penúltimo día, ahora, en 2010, los favoritos tendrán que volver a pelear contra los 51 kilómetros que separan Burdeos de Pauilliac para decidir quién gana y quien sube al podio.
Y es que esta crono deberá aclarar lo que no hayan aclarado los Pirineos, verdaderos protagonistas y que celebrarán su centenario en esta edición, dando un papel predominante al Tourmalet, que se ascenderá en dos ocasiones. Los Alpes estarán situados entre el final de la primera semana y el inicio de la segunda.
Rotterdam dará el pistoletazo de salida a la 'Grande Boucle' este sábado 3 de julio con un prólogo de 8 kilómetros, y el pelotón pasará en sus primeros días por Holanda y Bélgica, con el peligro de los tramos de pavés, sobre todo los 13,2 kilómetros que hay en la jornada con final en Arenberg, en una jornada con sabor a 'clásica' del norte primaveral.
El adoquín es propicio para las emboscadas y los favoritos, sobre todo los españoles, poco habituados a este material, tendrán que permanecer atentos a cualquier escaramuza o caída, con el añadido de la meteorología, que puede complicar todo.
El Jura y el Macizo Central están en la primera semana, antes de los Alpes, cuyo protagonismo puede ser menor, como sucediese en 2009 con los Pirineos. La primera jornada montañosa será en la séptima etapa con una 'casi' final en un puerto de segunda (Lamoura), aunque al día siguiente sí será el primero de los tres finales en alto con la llegada a Morzine-Avoriaz. Tras el reposo, otra jornada dura con dos cotas de primera, una de segunda y la Madeleine, de categoría especial y que se coronará a más de 20 kilómetros de la meta.
La alta montaña no volverá hasta la etapa 14, con el final en Aix 3 Domaines, corto (7,8) pero duro (8,2 de pendiente media) y con el Port de Pairelhes, de categoría especial, situado antes, y 24 horas después los corredores afrontarán otro puerto de categoría especial, el Port de Bales, antes de llegar a Bagnères-de-Luchon.
EL TOURMALET, PRIMERO PRONTO, COMO FINAL DESPUÉS
A partir de ahí, el Tourmalet será el gran protagonista. Primero, en la etapa 16, cuando se ascienda al principio por el lado de la Mongie, y que, pese a no acabar en alto, será la 'etapa reina' ya que 41 años después de que el belga Eddy Merckx se exhibiese con una escapada de casi 200 kilómetros, los corredores subirán también el Peyrosourde, el Aspin y el Aubisque.
Posteriormente, tras el segundo día de descanso, el Tourmalet será nuevamente protagonista, pero esta vez como gran final de etapa y por el lado contrario (Barèges) a la anterior etapa, donde también estará el Marie-Blanque, por su cara dura, y el Soulour.
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