Equilibrio en el campo y en el marcador

Rioja2

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Ni para ni para mí. El Calahorra fue fiel a lo mostrado en el arranque de liga: un once reconocible, con un leve matiz, un comienzo desordenado para ir creciendo con el paso de los minutos, pero eso sí con poca pólvora arriba. La UDL sigue enquistada. Le falta pegada y frescura. Pocas oportunidades y un plan ambiguo -pese a las novedades mostradas en el once- que deja indiferente pese a ser uno de los, sobre el papel, conjuntos fuertes de la liga. Va con retraso, 2 de 9 puntos. De ahí que el empate lo pueda considerar como aceptable el cuadro local e insuficiente, que no por méritos sino porque debía dar ya un golpe encima de la mesa, el conjunto blanquirrojo, de negro en La Planilla.

Ander Vitoria respondió a la confianza -primera vez titular este curso- de Sergio Rodríguez con un gol propio de un delantero de su perfil, es decir, rematando dentro del área de cabeza. Sorprendió Iñaki (en La Planillla como lateral) con una internada por su costado y un centro medido para que el ariete diera aire a una UDL necesitada de sensaciones y de resultados. Ya había avisado previamente Javi Álamo -debutó en la tercera jornada y lo hizo dentro del once- con un tiro que blocó Zabal. Apenas cinco minutos y el Calahorra, que hasta el momento no ha comenzado nada bien ninguno de los tres partidos, ya había perdido su condición de imbatido. No sólo eso, debía ir a remolque.

Sin embargo, con el gol en contra el bloque rojillo fue mejorando sus prestaciones hasta el punto de ir arrinconando a su oponente. Parla, de partida en el extremo izquierdo y con doble pivote formado por Kamal y Cristian, jugaba por dentro y cuando entró en contacto con el cuero su equipo lo agradeció. Olaetxea ya era un centrocampista más que ayudaba a Errasti y Andy en las labores de contención, mientras que Javi Álamo tenía que estar pendiente de las subidas de Morgado, además de ayudar al también debutante Iago López -Santos se lesionó en el calentamiento-.

El dominio era de los locales que gozaban de aproximaciones, pero sin terminar de concretar, como el tiro de José Ramón tras varios rechaces de un saque de esquina. En este sentido, la UDL apelaba a las transiciones ofensivas y casi deja sentenciada la contienda cuando Ander Vitoria aguantó hasta que pudo asistir a Rubén Martínez, aunque el tiro del menorquín lo blocó Alberto ‘in extremis’. La réplica de los riojabajeños acabó en el empate. Buena triangulación que terminó en centro de Morgado y remate de Chaco para batir a Miño pasada la media hora.

Con el mazazo de la igualada, el ariete rojillo se presentó en la jugada siguiente ante Miño, pero el meta despejó en una gran oportunidad para que el Calahorra le hubiera dado la vuelta. Volvería a intentarlo el alicantino, pero su flojo remate de cabeza lo blocó sin problemas el portero catalán. Se alcanzaba el descanso y daba la impresión de que Sola le iba ganando la partida táctica a Sergio Rodríguez.

La segunda parte fue más trabada, con más interrupciones y también con más imprecisiones. Ambos conjuntos se intercambiaban tanto en la posesión como en la intensidad defensiva. El balón iba de un lado a otro del campo sin que ninguno de los dos conjuntos gozara de continuidad, por lo que faltaba brillantez. Lo que no bajaba era el ritmo. La mejor oportunidad de los visitantes para romper el equilibrio casi llega por casualidad con un envío de Caneda que nadie toca y que Zabal tiene que reaccionar para despejar. Por su parte, el cuadro rojillo intentaba combinar más en tres partes del campo, pero no finiquitaba sus ataques.

Las sustituciones se demoraban y el primero que movió ficha fue el técnico logroñés dando entrada a Rayco por Javi Álamo a poco más de quince minutos para la conclusión. Apenas participó el canario. Más apuraría el preparador navarro para introducir variaciones en el once, puesto que Goñi aparecía por Kamal en los instantes finales en aras de dar algo más de criterio en el último pase. El que sí pudo modificar el resultado fue Roni, que disfrutó de la ocasión más clara, ya en el minuto 89. Se quedó ante Zabal, pero no llegó a golpear con la izquierda cuando los aficionados blanquirrojos ya cantaban el gol. Aún habría tiempo para que José Ramón intentara, tras sacar un córner en corto, sorprender a Miño, pero su tiro, al primer palo, se marchó desviado.

En definitiva, un derbi intenso, con mucho ritmo, sin brillo y con mucha labor de intendencia. Eso provocó que hubiera escasas oportunidades de gol pese al equilibrio que hubo durante muchos minutos, aunque el Calahorra, por fases, tuviera mayor posesión pero sin terminar de concretar sus opciones. Con este empate, el bloque rojillo continúa invicto (5 puntos), mientras que los logroñeses insisten en arrancar el curso dejándose puntos de los que luego más adelante igual se acuerdan, sólo 2 logrados de 9 en juego.

Ficha técnica

Calahorra: Zabal; Márquez, Alberto, Rojas, Morgado; José Ramón, Kamal (Goñi, min. 84), Cristian, Parla; Jorge Fernández y Chaco.

UD Logroñés: Miño; Iago López, Caneda, Gorka, Iñaki; Javi Álamo (Rayco, min. 73), Andy (Oussama, min. 93), Errasti, Rubén Martínez (Roni, min. 86); Olaetxea y Ander Vitoria.

Goles: 0-1, min. 5: Ander Vitoria. 1-1, min. 33: Chaco.

Árbitro: Aimar Velasco Arbaiza (Comité Vasco). Amonestó al local Alberto (min. 76) y al visitante Iago López (min. 44).

Foto: CD Calahorra