Los expertos consideran la sequía que azota Argentina la peor de los últimos cien años. El país es uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos.
Chaco, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Córdoba, regiones famosas por sus fértiles tierras, sufren desde hace meses una falta de lluvias que ha transformado el suelo en una superficie árida propia de imágenes apocalípticas.
La escasez de lluvia afecta a cultivos clave como la soja, el trigo, maíz y girasol, pero sobre todo al ganado, ya que debido a la falta de pastos están muriendo miles de cabezas.
Las pérdidas provocadas por la falta de trigo son millonarias. Al problema climático se suma el conflicto entre el gobierno y el sector agrario, enfrentados tras la decisión de la presidenta Cristina Fernández de aumentar los impuestos a las exportaciones de cereales.
Según fuentes del Servicio Meteorológico Nacional, la escasez de lluvias se atribuye al fenómeno “La Niña”. Los daños provocados por la sequía son irreversibles.