'Mi vida está plasmada en mis piezas'

Vida y obra están estrechamente ligadas en el caso de Ferrán Soriano. El escultor barcelonés no hace mucho tiempo que acaba de superar un cáncer. “Esta mala experiencia de salud”, como el propio autor explica, “me hizo plantearme muchas cosas”. “¿Cómo sales indemne de una cosa así?”, se cuestiona. Probablemente, sus consecuencias comiencen a canalizarse a través de su propia obra. “Las vivencias irán saliendo. No cabe duda de ello. Y lo harán haciendo dentro de mi propia forma de entender el trabajo. Seguiré siendo fiel a mi propio lenguaje”.

Retorno es el título de la exposición que la Galería Martínez Glera dedica al artista hasta el próximo 1 de marzo. “El nombre tiene un doble significado”, añade. No en vano, por un lado, supone su vuelta a la normalidad, al trabajo cotidiano. Por otro, representa su regreso a Logroño. “Da la casualidad que cada trece años expongo en Logroño”, relata Soriano. La primera vez fue en 1982 en la Galería Berruet. Trece años más tarde volvió al Museo de La Rioja. “Me hace mucha ilusión volver a Logroño. Siempre me he sentido bien acogido en esa ciudad. De ahí, en parte, la idea de retornar”.

Ferrán Soriano acude en esta ocasión a la capital riojana con una muestra de 24 piezas escultóricas, así como una serie de dibujos. Se trata de obras realizadas previamente al duro trance que ha debido superar y con las que pretende “hacer un recorrido por todos estos años que he estado lejos de esta ciudad”.

TRAYECTORIA

De 64 años, Soriano cuenta con una dilatada carrera escultórica y pictórica. Sus comienzos se remontan a 1970 y desde entonces ha participado en más de ciento cincuenta exposiciones colectivas y más de un centenar de carácter individual. Su currículo resulta abrumador. “He trabajado muchísimo”, reconoce el autor, que ha expuesto en numerosas ciudades de España, además de en Francia, Rusia, Holanda o Estados Unidos. “Mi primera exposición individual fue en 1971 y desde entonces no ha habido ningún año en el que no haya hecho al menos una”, apostilla.

Barcelona le brindará en abril una especia de homenaje mediante una exposición retrospectiva de su obra. Será allí donde muestre sus últimos trabajos, junto con otras piezas más antiguas. En este punto, Soriano avanza la manera más adecuada para valorar su trabajo.

“Cada una de mis piezas se hace en un momento determinado, con lo que es preciso tener muy en cuenta siempre el contexto social. A partir de aquí, se pueden empezar a ver unas diferencias muy marcadas. Este contexto social del que hablo proporciona unas influencias que determinan el trabajo de casi todos los autores”, añade. “Mi biografía, mi vida, está plasmada en mis piezas y en mis dibujos. Es muy difícil valorar mi escultura sin tener en cuenta este aspecto”.

PROYECTO

Para más adelante tiene previsto sumergirse en una iniciativa de gran envergadura: un proyecto escultórico monumental al aire libre. “Estoy muy ilusionado con este proyecto”, aclara. Atrás quedan once meses en los que permaneció inmovilizado en una cama. “Estaba y no estaba”, reconoce. Ahora comienza a resurgir. Asistimos a su retorno.