La Rioja no es España

6 de mayo de 2025 12:30 h

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Antes de que algún grupo de superpatriotas caneé mi perfil en redes sociales sepan que este no es un artículo independentista, ni separatistas -y eso que contamos con más Historia que algunos otros- es tan sólo una lágrima en la lluvia, que decía el replicante Roy Batty en ‘Blade Runner’. Que La Rioja no es España es un lamento, una observación empírica tras analizar detenidamente los medios de comunicación nacionales. Ni una noticia, ni una imagen, ni siquiera un apunte al frío de madrugada en los espacios dedicados al Tiempo del día siguiente. Las nubes, los soles, la lluvia, incluso el viento, nos sobrevuelan en el mapa sin posarse, como un avión de Ryanair sobre Soria.

Al parecer, España para los medios de comunicación nacionales es un espacio comprendido entre la M-30 y un barrio de Barcelona con nombre de novela negra; entre la Semana Santa de Sevilla, el Gugguenheim y la mascletá de turno. Una invasión vikinga de Logroño a través del Ebro tendría más repercusión en el Aftenposten noruego que en El País o El Mundo. Porque si nos fiamos de los informativos de radio y televisión y de la prensa escrita España la componen exclusivamente Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia y Andalucía y a veces Galicia, pero no siempre. 

La Rioja es el triángulo de las Bermudas de los medios de comunicación nacionales. No sabemos si los periodistas acreditados no llegan o desaparecen tras dejar atrás el Moncayo. Y ahí surge el problema porque no podemos pasar por alto que los políticos del siglo XXI viven en los medios de comunicación y no en la calle, se alimentan de titulares. Si algo no ha salido en el periódico o en la tele no ha sucedido. Así que para los medios nacionales La Rioja no ha sucedido. Y para los políticos tampoco. Se rumorea que no hace mucho en el Congreso un diputado le preguntó a otro qué de dónde era y al responderle que de La Rioja quedó estupefacto como si le hablara de ‘Comala’, ‘Ciudad Esmeralda’ o ‘Desembarco del Rey’. Y eso lo explica un poco todo, si no existimos tampoco es preciso poder llegar. Así es complicado tener trenes, carreteras, médicos de Atención Primaria y Especialistas, o inversiones suficientes. Pintamos poco en el tablero político y mediático nacional y estamos poco representados. Madrid cuenta con 37 diputados y Cataluña con 48 y nosotros tan sólo 4. Me dirán que la población es mucho mayor en estas dos comunidades autónomas pero lo cierto es que el mismo presupuesto conlleva el kilómetro de autovía en Arganda del Rey que en Calahorra. La representación regional nos resta.

La consecuencia es el apagón informativo nacional que sufrimos desde siempre y quizá también la falta de rebeldía. Si no existes, no cuentas.

Aunque, por otro lado, cuando contemplas lo enfurruñados que viven en la España mediática piensas que igual tampoco está tan mal pasar desapercibido. Además, los colapsos aquí duran diez horas menos, aunque nadie en una redacción de Madrid haya reparado en ello. Bastante tienen con saber cómo regresarán a casa. Nosotros paseando, claro.