Un certificado de estudios para 60.000 alumnos que dejan la ESO sin título

En torno a 60.000 chavales de todo el país podrían ser los primeros en recibir, en junio próximo, el nuevo certificado oficial de estudios, un documento que los centros educativos entregarán a todos aquellos que dejen la educación básica desde este curso sin haber completado la ESO.

Esta novedad y la prueba oral obligatoria de lengua extranjera en la selectividad de 2012 se unen a las que apliquen las CCAA, como los exámenes libres para obtener el título de Bachillerato en La Rioja o la Comunidad Valenciana o un sistema de “contratos-programa” de las consejerías con colegios e institutos para incrementar el éxito de los alumnos.

El documento que se entregue a los que no consigan la titulación obligatoria incluirá los años de escolarización, las competencias adquiridas y un informe orientador sobre las opciones académicas y profesionales del estudiante.

Será válido en toda España y podrá permitir la exención de parte de la pruebas del graduado en Secundaria Obligatoria o acceso a la FP, según determinen las administraciones educativas.

Las últimas estadísticas disponibles (curso 2009-2010) indican que el 39 por ciento de los cerca de 400.000 alumnos matriculados en cuarto de ESO son repetidores: un 24 por ciento acumula un año de retraso y el 15 por ciento arrastra dos o más.

Estos últimos se encuentran “en clara situación de riesgo” de abandono de la enseñanza obligatoria sin completarla, según apuntan desde el Ministerio de Educación, es decir, alrededor de 60.000 alumnos.

Serían éstos, si dejasen finalmente la escuela básica sin título, los que recibirían el certificado cada año.

Este documento forma parte de la modificación de cuarto de ESO aprobada este año por la Ley de Acompañamiento de la Ley de Economía Sostenible y el real decreto de desarrollo correspondiente, aunque las CCAA esperarán, en general, al curso 2012-2013 para implantar la reforma completa.

El comienzo del curso ha concluido esta última semana en todas las comunidades, con más alumnos en el conjunto de las enseñanzas generales no universitarias que hace un año, y en medio de las movilizaciones sociales contra los “recortes” de profesorado derivados, según los sindicatos, del aumento de horas lectivas de los docentes en Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid y Navarra.

Entre otras comunidades, Cataluña mantiene este curso la hora adicional de refuerzo y profundización para alumnos de unas 400 escuelas rurales y entornos socio-económicos desfavorecidos.

También pone en marcha el denominado Servicio Escolar Personalizado, en el resto de escuelas públicas donde se ha suprimido esa “sexta” hora.

La Consejería valenciana de Educación trabaja en un plan de choque contra el fracaso escolar que incluirá un convenio con los centros escolares para fijar el reparto de recursos en función de los resultados académicos que quieran alcanzar, y se ha comprometido con la creación de nuevos centros privados y concertados para corregir el “desequilibrio” con los públicos.

También Aragón implanta este curso de forma experimental los “contratos-programa” para la mejora de resultados escolares, y evaluará a todos los alumnos de cuarto de primaria en competencias de castellano, matemáticas y aprender a aprender.

Otras, como Castilla y León, seguirán extendiendo el modelo de convenios con centros educativos, previsto en el Plan de Acción Educativa del Ministerio de Educación, que se aplica en colaboración con las comunidades autónomas.

Por su parte, la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha ha planteado recientemente “reorganizar” a los alumnos, con un trato diferenciado para los que quieren “sacrificarse” en los estudios y los que no desean esforzarse tanto, que serían orientados al mundo profesional, sin excluir un próximo “Bachillerato de excelencia”.

Precisamente este modelo de Bachillerato comienza este año en la Comunidad de Madrid para los mejores alumnos, no exento de crítica política y sindical por interpretarse como “segregación” del estudiantado según sus notas.

Extremadura, que empieza a aplicar la Ley autonómica de Educación, restaura los exámenes de recuperación de septiembre.

Y en Andalucía se refuerza la lectura, pues los alumnos de Primaria le dedicarán una hora diaria, el doble que ahora, y los alumnos de primero de ESO podrán usar ya libros digitales.