La liga no concede treguas. Ni siquiera cuando no se está cobrando, cuando los problemas extradeportivos acaparan titulares y el corral se revoluciona y lanza un órdago (o un envite, en este caso) a su presidente. Y esa falta de treguas es la que obligará a los jugadores de Agustín Abadía a saltar este domingo a Las Gaunas y medirse a un rival directo (cada vez menos) ante el que no puede fallar.
Ese rival es el colista del grupo II de Segunda B, la Peña Sport de Tafalla. Sólo es cuestión de tiempo el descenso matemático de los navarros, un equipo que deambula por la categoría y cuya última victoria se remonta al 25 de noviembre ante la Real B. Al menos, después de la semana más intensa del curso, el calendario se ha aliado con el Logroñés.
Así, dejando a un lado la crisis institucional del club, Agustín Abadía exige a los suyos concentración para sumar tres puntos que, si la jornada es propicia, podrían sacarles del puesto de promoción que actualmente ocupa.
En lo deportivo Abadía deberá modificar una semana más su once titular. A las bajas de Omar, que se lesionó en el entrenamiento del pasado lunes, y Eneko, que continúa con molestias en el abductor aunque ha entrenado con el grupo, se une la de la sanción de José, expulsado el en último partido y suspendido con dos encuentros.
A las dudas deportivas se unirán las extradeportivas que acapararán el mismo portagonismo. Las principales son dos: ¿cómo recibirá la afición a los jugadores? ¿estará Juan Hortelano en Las Gaunas? El recibimiento a los jugadores se prevé positivo. Lejos de no comprender su actitud la grada se ha puesto de su lado pero las dudas sembradas por el presidente en la asamblea que tuvo lugar en la biblioteca pueden hacer cambiar los ánimos de algunos. La segunda, la de su presencia en el palco, se desvelará a partir de las 17.00 horas aunque la banda sonora que le ha dedicado parte de la grada durante los últimos partidos quizá le frene.
Con demasiados focos de atención afronta el Logroñés el primer partido de una tanda de tres (luego vendrán el de Palencia y de nuevo en casa ante el Valladolid B) en los que se puede aclarar (o no) el futuro blanquirrojo.