La población de Haití sigue sufriendo las consecuencias de la epidemia de cólera que se ha desatado en su territorio. Por el momento, ya son 305 personas las que han perdido la vida como consecuencia de la enfermedad, según el balance actualizado del Ministerio de Salud Pública y Población del país caribeño.
De esta manera, el número de casos de afectados por la epidemia se eleva ya a 4.649.
Sin embargo, la propagación del cólera ha disminuido hasta pasar de unos 68 contagios por día a ocho, indicó el ministro Gabriel Thimoté, en declaraciones recogidas por los medios locales.
“Esto no significa que hayamos llegado al pico de la epidemia; no hemos alcanzado todavía una fase en la que podamos decir que hemos alcanzado un grado total de estabilización y control”, agregó.
Entretanto, las autoridades tratan de detectar cuál es el origen del brote. Las fuerzas de paz de Naciones Unidas han analizado muestras extraídas junto a unas letrinas que se encuentran detrás de una base militar del Ejército nepalí en Mirebalais.
Sin embargo, según la cadena estadounidense CNN, las pruebas han resultado negativas. Los expertos de la ONU han determinado que el agua estancada no procedía ni de las letrinas ni de la fosa séptica, sino de la cocina y la zona de duchas.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) parece más alarmada. Según ha informado la epidemia de cólera en Haití no muestra señales de retroceso y señala que estas cifras podrían estar subestimando la cantidad real de personas infectadas con el cólera debido a que se desconoce la situación de algunas comunidades.
La OPS sospecha que muchos casos de diarrea y muerte podrían estar ocurriendo sin que los afectados sean atendidos en centros de salud.
La agencia advirtió que podrían pasar meses hasta que los índices de transmisión se estabilicen.