En casa del herrero, cuchillo de palo. Es lo que sucede estos días en el Ministerio de Fomento, encargado de las obras de mayor envergadura de todo el país, que es incapaz de arreglar unas goteras en su propia sede, informa la Cadena Ser.
Grietas, agujeros, abombamientos del revestimiento, desconchones y desprendimientos componen el cuadro de desperfectos de su cubierta superior, que afecta directamente a la octava planta del edificio y a los trabajadores que allí desarrollan su actividad. El agua se ha filtrado afectando a equipos electrónicos y ha llegado incluso al despacho de un secretario de Estado.
La última inspección del Ayuntamiento en el edificio data del año 2015, cuando se comunicó que el sistema de impermeabilización iba a ser sustituido, pero hasta septiembre del año pasado no se adjudicaron las obras, que comenzarán el próximo mes de mayo.
El edificio que ocupa Fomento pertenece al conjunto de los Nuevos Ministerios, una arquitectura histórica y protegida, diseñada por Secundino Zuazo en 1933, que se inspiró en el monasterio del Escorial para su trazado. El conjunto de edificios públicos ocupó los terrenos del antiguo Hipódromo de la Castellana, que fue demolido para ampliar la ciudad de forma ordenada hacia el norte.