Amaniel ampliará aceras para crear un gran eje peatonal en Conde Duque

Si el Ayuntamiento hubiera hecho una encuesta preguntando hace un par de años a los vecinos de Conde Duque por la calle más desagradable de su entorno, probablemente la mayoría hubiera elegido la de Amaniel. Por aquel entonces era una vía con muchos coches que circulaban a gran velocidad, aprovechando la conexión directa que ofrecía desde Plaza de España hasta los bulevares. Y los pocos peatones que la atravesaban tenían que apañarse con sus aceras de apenas un metro de anchura, mientras respiraban tubos de escape y sorteaban contenedores de basura por las tardes.

El tránsito de vehículos cambió enormemente hace un año, con la eliminación del sentido de subida en la calle Reyes y con la aparición de una curva antes del verano, que redujo la velocidad. Pero la auténtica revolución para Amaniel se vivirá este año, con unas obras que prometen cambiar para siempre el aspecto de esta calle y dar a los viandantes un protagonismo que hace tiempo perdieron.

El proyecto de reforma de las calles Álamo, Amaniel y Reyes, que el Ayuntamiento acaba de aprobar, incluye acabar para siempre con las estrecheces peatonales con una ampliación de aceras a lo largo de los 600 metros de los que consta el proyecto. Será una semipeatonalización, en una calle por la que podrán seguir circulando los coches pero con mayor espacio y zonas estanciales para los viandantes.

Somos Malasaña ha tenido acceso a los planos del proyecto, que dibujan una calle con aceras ampliadas, nuevas reservas de motos, aparcabicis, bancos, zonas de carga y descarga... los coches aparcados desaparecerán casi de la calle, salvo algunas plazas puntuales y otras destinadas a personas de movilidad reducida.

Mención aparte merecen intersecciones como la de la Plaza del Conde de Toreno o la del cruce de Amaniel con la calle Conde Duque (imagen superior). En estos lugares se ampliarán los espacios peatonales y se colocarán pasos de cebra en lugares por donde ya cruzaban los peatones indebidamente para acortar distancias, con bastante peligro para su integridad física.

La reforma también afectará a pequeños tramos de las calles que cortan con Amaniel, como San Hermenegildo o Montserrat, donde se mejorará la visibilidad y los accesos. Y a la calle Conde Duque, que aumentará su capacidad de aparcamiento cambiando a batería el sentido de sus coches estacionados, para compensar -aparentemente con creces- la pérdida de plazas en Amaniel, al estilo de lo que sucedió por ejemplo en Santa Cruz de Marcenado recientemente.

También serán reformadas las calles Reyes, Álamo y una parte del entorno de Mostenses. En Reyes se creará una mediana de separación para su actual carril bici de subida, mientras que en Álamo se ampliarán también aceras y se eliminarán las plazas de estacionamiento.

Las obras de reurbanización cuentan con un presupuesto de 2.098.753 euros y serán ejecutadas a partir de marzo de este año, con una duración estimada de 10 meses y finalización a principios de 2019. Coincidirán con la llegada al barrio del nuevo Área de Prioridad Residencial de Centro, que restringirá el paso a vehículos de no residentes, lo que probablemente reducirá el tráfico que todavía soporta.

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