La aparición durante los fines de semana de cuatro grandes contenedores amarillos de plástico atados a otras tantas farolas situadas en el foso de la plaza del Dos de Mayo, con el fin de que se depositen en ellos latas y otros envases, no ha sentado bien a los miembros de la plataforma vecinal SOS Malasaña, quienes han criticado abiertamente esta acción ordenada por el Ayuntamiento. En la plaza de San Ildefonso también se colocan estos depósitos de quitaipón.
La plaza del Dos de Mayo es posiblemente el lugar de Malasaña que más sufre el problema del botellón, algo que denuncian sistemáticamente las distintas asociaciones de vecinos y de comerciantes de la zona, que exigen al Ayuntamiento que haga cumplir la legislación que prohíbe la práctica de beber alcohol en la calle.
Para SOS Malasaña, la reciente colocación de los mencionados contenedores en plazas del barrio significa una especie de rendición, “una renuncia negliente a cumplir la ley”, según han expresado a través de sus redes sociales.
Califican la medida como “medida pro-botellón”, que da por hecho que en las plazas de la zona va a haber una acumulación tal de gente y de desechos que hará insuficiente la capacidad de las papeleras fijas. Los vecinos vienen reclamando otro tipo de acciones anti-botellón. “Pensar que el problema del botellón está en la basura que genera demuestra una miopía social importante”, aseguran.
“Los contenedores han provocado mucho malestar entre los vecinos. Pedimos al concejal de Centro un plan de choque contra el botellón y no hemos tenido respuesta todavía. Ni siquiera nos han tenido en cuenta ni nos han informado a la hora de colocar esos contenedores. Los contenedores suponen una aceptación del botellón que se nos impone porque no se hace nada”, afirma Jordi Gordon, portavoz de SOS Malasaña.
Los contenedores fueron colocados por vez primera a principios de noviembre y desaparecen pasado el fin de semana. La empresa encargada de esta tarea es Ecoembes -organización sin ánimo de lucro que promueve el reciclaje-, pero desde su departamento de comunicación afirman que ellos son meros ejecutores de una orden municipal y que no se trata de ninguna campaña propia de promoción del reciclaje. “Los contenedores que hemos instalado en Malasaña son los mismos que llevamos a lugares donde se producen grandes aglomeraciones de gente cuando hay eventos multitudinarios. Nosotros sólo nos ocupamos de que se cumpla el ciclo del reciclado”, comentan en respuesta a la solicitud de información de este periódico.