Las obras planificadas desde hace meses en la plaza del Dos de Mayo arrancaron hace unos días en el corazón de Malasaña. Aunque no ha sido hasta esta semana cuando se han hecho más visibles, con contenedores de obras en el propio foso, los obreros llevan trabajando desde la semana pasada en la preparación de los elementos que serán reformados.
Las obras no serán de gran calado, aunque ocuparán la plaza durante los próximos tres meses: servirán principalmente para renovar el suelo, muy dañado, y también para cubrir con losas de granito sus muros de ladrillo, que han sido retirados durante los últimos días. Un “lavado de cara” para un espacio icónico del barrio que fue aprobado y adjudicado por el anterior equipo de gobierno, pero que no se ha ejecutado hasta ahora por retrasos burocráticos.
Además, se rehabilitarán los bancos de granito adosados a los muros y se renovará el mobiliario urbano de todo el entorno, bancos, papeleras y vallas incluidas. Todo ello, según los planos del proyecto a los que ha tenido acceso Somos Malasaña.
Las obras también plantean una mejora del ajardinamiento existente y que se degrada continuamente por el fácil acceso al mismo e intenso uso de la plaza. Para que aguante más se propone la plantación de especies arbustivas, que impidan el paso de personas a esa zona: lavandas, romeros, salvias y santolinas poblarán los actuales espacios verdes del Dos de Mayo. Las zonas con pavimento de tierra serán vaciadas y mantendrán su actual aspecto terrizo, pero con otra composición que evite la aparición de charcos y barro. Además, se ha retirado ya fuente que había y en su lugar se colocará otra accesible y con bebedero específico para perros.
Lista de trabajos previstos en la plaza | SOMOS MALASAÑA
Con esta actuación, la Junta de Centro busca -según el proyecto de obra- «la recuperación de un espacio actualmente degradado por el estado de conservación de sus pavimentos, jardinería y mobiliario urbano, en el que se busca crear un espacio más atractivo para los usuarios a la vez de potenciar la accesibilidad peatonal». El consistorio achaca la degradación de la plaza al «trasiego de gente y el mal uso de las áreas e instalaciones», con «rotura de pavimentos, desconchados y pinturas en los revestimientos de los muros, con problemas de higiene en las zonas ajardinadas y parterres, problemas de accesibilidad en zonas estanciales y deterioro del mobiliario urbano».
Las obras coinciden con otros trabajos que se están llevando para dotar de accesibilidad al colegio público Pi i Margall, ubicado en una de las esquinas de la plaza. Todas estas actuaciones completarán una reforma del entorno que ya se inició con la recuperación de la antigua Casa del Cura, para su cesión a entidades vecinales, y con la renovación de uno de los parques infantiles más deteriorados.