Reformas en la plaza del Dos de Mayo, que también pavimentará su foso

Operarios de la empresa Dragados han terminado esta semana los trabajos de arreglo de la plaza del Dos de Mayo, en el corazón de Malasaña, después de muchos meses de acumular desperfectos que iban desde el derrumbe de parte de sus muros hasta agujeros en el pavimento y baldosas rotas.

Las obras forman parte del contrato integral mantenimiento de Dragados con el Ayuntamiento de Madrid y han consistido en arreglar cuatro extremos de muros en los que se habían desprendido enormes losas de granito, reparar varias zonas con baldosas sueltas, cegar un alcorque vacío o llenar con cemento algunos desniveles del foso, entre otros trabajos.

También se ha renovado la fuente de la plaza, dotándola de una mejor base para recoger el agua y de un grifo más sencillo de utilizar por los niños. Además, se ha bajado la presión, que era excesiva y calaba a todo el que se acercaba.

La reforma de la plaza ha incluido el cambio del mobiliario del parque de mayores -ubicado en una de las esquinas de la plaza- con actividades que se estrenaron a principios de año y que incluyen aparatos para ejercitar la cintura, las piernas o las manos y los dedos.

No serán las únicas obras que se ejecuten este año en la plaza. Habrá más gracias al Plan de Aceras en Barrios 2017, que se llevará a cabo a lo largo de este 2018 después del parón de las inversiones por la interveción de cuentas de Montoro. En este plan “está incluida la pavimentación de la zona central de la plaza, que se encuentra deteriorada, a petición del Distrito Centro”, informan fuentes del área de Desarrollo Urbano Sostenible.

Aunque a día de hoy se desconoce el alcance de esta pavimentación, la intención de la Junta de Centro en verano era incluir en ella l retirada de la valla que rodea al monumento de Daoíz y Velarde. Esta formaba parte de la lista de sugerencias que los tres centros educativos cercanos a la plaza y dos asociaciones de madres y padres remitieron el pasado año al Ayuntamiento. También formaba parte del proyecto presentado a los Presupuestos Participativos por Marisa, una vecina que vio cómo su propuesta se quedaba a solo 30 votos de haber sido aprobada.