Un héroe en Grecia

El héroe nacional griego (al menos por estas fechas futboleras) es un portugués. Fernando Santos, seleccionador nacional, ha adquirido un estatus especial en las páginas de los medios de comunicación y en los comentarios de la gente. En una época de profunda depresión colectiva, suele ser más efectivo que sea un extranjero quien te levante el ánimo.

Esto dice Santos en el anuncio:

Se refiere a la victoria de Grecia --sorprendente e inesperada-- en la Eurocopa de 2004. Fue también el año de los Juegos Olímpicos de Atenas, otro momento de orgullo para el país, pero también un punto culminante del derroche, la corrupción y la realización de proyectos megalómanos pagados a crédito por el Gobierno dirigido por Nueva Democracia. Ahora vuelve a gobernar el mismo partido y otro acontecimiento deportivo (la Eurocopa de 2012) sirve de bálsamo, esperanza o placebo en mitad del hundimiento económico.

En el mundo real, no hay milagros ni goles en el último minuto. Las metáforas que comparan hazañas futbolísticas con situaciones políticas o económicas sólo son formas no muy sofisticadas de engañar a la gente. El estilo austero y directo de Santos, sin embargo, es una figura más atractiva en Grecia que los políticos profesionales tan despreciados.

Grecia juega el viernes contra Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa. Veremos si Fernando Santos tiene razón cuando dice que durante 90 minutos no hay países grandes o pequeños. Merkel estará vigilando desde el palco.