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Sin las pruebas de ADN, ni libertad ni reagrupación familiar en el caso Adou

EFE

Ceuta —

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La resolución del caso del pequeño Adou, el niño de 8 años descubierto dentro de una maleta cuando intentaban introducirlo en Ceuta, está pendiente del resultado de unas pruebas de ADN que podrían servir para conseguir la libertad del padre, ahora en prisión, y el reagrupamiento familiar.

El padre, Alí Ouattara, y la madre, Lucie Ouattara, se han sometido a estas pruebas, que esta misma semana se enviaban a un laboratorio de Madrid para confirmar si son los progenitores de Adou.

El objetivo fundamental de esta prueba es descartar que se esté ante un caso de trata de menores, por lo que la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta mantiene la prisión preventiva para Alí Ouattara, que sigue en la cárcel de Los Rosales de la ciudad.

Desde el Área de Menores de Ceuta se ha indicado a Efe que hay indicios más que suficientes para determinar el vínculo maternal de Lucie Ouattara con el menor, sobre todo a raíz de la reacción del niño al ver a su madre, que vive en Fuerteventura con otra hija de 11 años, y que el pasado lunes le visitó en el centro de menores.

Sin embargo, debe ser el ADN el que confirme este extremo que, por el momento, ha impedido que se lleve a cabo la reagrupación familiar y que el menor pueda volver a abrazar a su madre en Puerto del Rosario (Fuerteventura), donde también está una hermana del pequeño, de 11 años.

Fuentes de la Guardia Civil de Ceuta han informado a Efe de que es lógico que tanto el Ministerio Fiscal como la jueza que investiga el caso hayan insistido en la necesidad de contar con este soporte documental antes de emitir cualquier tipo de veredicto en un sentido u otro.

“No sería la primera vez que alguien dice que el que cruza la frontera con él es su hijo y luego resulta que no lo es y que incluso el pequeño mentía por temor a represalias”, según comenta un agente del instituto armado.

La Guardia Civil ya ha constatado en el paso fronterizo que separa Ceuta de Marruecos algunos casos de estas características, sobre todo de menores marroquíes que cruzaban la frontera con el que decía ser su padre y que luego no lo era.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional de Ceuta han llevado a cabo numerosas actuaciones de estas características sin que hayan tenido repercusión mediática, si bien las fotografías del pequeño Adou dentro de la maleta pasando por el escáner de la Guardia Civil es lo que “ha dado la vuelta al mundo”, según un agente de la Policía Nacional.

“Estas imágenes es otro de los muchos rostros que tiene la inmigración irregular”, ha dicho a Efe la responsable del Área de Menores de Ceuta, Antonia Palomo.

La historia del pequeño Adou está ahora más ligada que nunca al resultado de unas pruebas de ADN que se estima se conocerán en un plazo de 20 a 25 días y cuyos análisis podrían permitir que el niño lograra viajar hasta Canarias y que su padre viese un poco más cerca su libertad. El ADN lo dirá.