La AVT presentó el pasado jueves un escrito ante el Juzgado Decano Central de Instrucción en el que pide que se requiera a la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza los informes correspondientes sobre los convocantes y si, detrás de ellos, se encuentra alguna organización ilegalizada.
Aunque “quiera enmascararse en un mero acto social, público y normalizado”, la asociación cree que su única finalidad es rendir “un acto de homenaje y de exaltación al currículum delictivo de todos los presos de ETA” o justificar públicamente el terrorismo, con el consiguiente “menosprecio y humillación” que generaría a las víctimas y sus familiares.
“Aún cuando pudiera entenderse que la actividad convocada no encierra un acto ilegal, en el trasfondo subyace la idea ensalzar a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA o condenados por acciones terroristas que han causado un gran número de fallecidos y heridos a lo largo del sangriento enaltecimiento”, argumenta en su escrito.
Así pues, ve en el acto una “clara ofensa y humillación a la memoria” de las víctimas del terrorismo y entiende que constituye además un “primer paso de la manifestación que el entorno de ETA pretende celebrar” en enero del próximo año y cuya prohibición la AVT solicitará.