Estados Unidos dispuso hoy que las familias de sus militares y diplomáticos destacados en el sur de Turquía abandonen el país por las “continuas preocupaciones de seguridad” debido al terrorismo.
La decisión, que ha sido tomada en coordinación con el Gobierno turco, afecta a todos los familiares y dependientes del personal diplomático y de defensa en las ciudades de Adana, incluida la base aérea de Incirlik, Izmir y Mugla.
“Entendemos que esto es una molestia para las familias de nuestros militares, pero debemos mantenerlas a salvo y asegurar la efectividad en combate de nuestras fuerzas para apoyar a nuestro aliado, Turquía, en la lucha contra el terrorismo”, dice un comunicado del jefe del Comando Europeo de EEUU, general Philip M. Breedlove.
Según el Pentágono, esta decisión es temporal y pretende asegurar la eficacia de las fuerzas estadounidenses y las operaciones en Turquía, donde la base aérea de Incirlik tiene un papel esencial en las operaciones contra el Estado Islámico (EI) por su cercanía a Siria.
La medida afectaría a más de 600 familias, incluidas las del personal diplomático del consulado de Adana.
La petición de poner a salvo a estadounidenses en Turquía se hace pública un día después de que Israel pidiera a sus ciudadanos abandonar el país “lo antes posible” ante el riesgo de atentados.
Turquía está en estado de alerta y las medidas de seguridad se han extremado por los últimos cuatro atentados suicidas cometidos en lo que va de año en Estambul y Ankara, que han causado más de 80 muertos.