Vitoria, 13 sep (EFE).- El Colectivo de Presos de ETA EPPK considera que la muerte de Igor González Sola, quien según las investigaciones se suicidó recientemente en su celda de la cárcel donostiarra de Martutene, es “consecuencia directa de la política carcelaria” de excepción e “inhumana” del Estado.
En un comunicado remitido al periódico Gara, EPPK asegura que hay que “poner los cimientos para una Euskal Herria sin presos políticos” pero señala que hay asuntos que deben resolverse ya como el agrupamiento de los presos etarras en las cárceles vascas y en la navarra.
También reclama la “inmediata” puesta en libertad de los presos enfermos y de los mayores de 65 años y el cese de la aplicación de un régimen carcelario cerrado que mantiene a estos internos “aislados, alejados y dispersados”.
“Se han pasado años diciendo que no somos presos políticos pero 10 años después de que cesara la lucha armada siguen aplicándonos una política penitenciara de excepción”, denuncia este colectivo.