La Fiscalía General del Estado no investiga la utilización de cuchillas en la valla que separa Melilla de Marruecos. Las palabras del fiscal general, Eduardo Torres-Dulce, ante la comisión de Justicia del Congreso el martes, parecían adelantar la apertura de una investigación. Sin embargo, un portavoz oficial del Ministerio Público desmintió a eldiario.es que esa instrucción se haya producido por ahora.
Ante las preguntas de algunos diputados, el borrador de la comisión de la comisión de Justicia del Congreso recoge que Torres-Dulce respondió: “Respecto al caso de las cuchillas de la valla de Melilla, he dado las instrucciones pertinentes para que, si ello se produjera, abriéramos la investigación correspondiente porque entiendo que no es un proceder ajustado a derecho ni tampoco en términos de estricta humanidad”.
La fuente oficial de la Fiscalía General asegura la expresión “si ello se produjera” alude a la que la investigación se iniciará si existen indicios de que efectivamente se utilizan las cuchillas tal y como habían descrito los diputados de la oposición. Ese mismo portavoz no aclaró si la Fiscalía actuará de oficio para recabar esos indicios. En cualquier caso, descartó que tenga ninguna relación con la Fiscalía General el informe que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que había encargado al Ministerio del Interior.
Las palabras de Torres-Dulce creaban la duda de si la Fiscalía General del Estado iba a investigar a miembros del Gobierno. La valla es competencia del Ministerio del Interior, que es el organismo que decidió volver a colocarlas seis años después de que fueran retiradas por las heridas que causaban a los inmigrantes. El titular del Departamento, Jorge Fernández Díaz, definió este jueves las concertinas como “un método con rollos de alambre de alamabre que se utilizan en España y en el extranjero permanentemente en todo tipo de establecimientos, que tienen por misión fundamental ser un elemento de disuasión pasivo para evitar que las personas salten esos muros o vallas”.
En los mismos términos que Fernández Díaz se había expresado antes su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, quien se ha erigido en firme defensor de las cuchillas.