Los palestinos de Gaza se preparan para recibir el próximo junio una flotilla internacional con material humanitario, que tratará de romper el bloqueo impuesto por Israel desde hace ya ocho años y uno de cuyos barcos, el Marianne, partió de Suecia y navega ahora hacia el Mediterráneo.
La flotilla consistirá en al menos tres barcos, a bordo de los cuales viajarán activistas pro-palestinos, parlamentarios europeos y el ex presidente tunecino Monsef Al Marzooqi, señaló a Efe Alla Al Dean El Batta, que preside el Comité para Desafiar el Bloqueo Israelí.
El dirigente del movimiento islamista Hamás, que controla la franja, aseguró que en los próximos días se prepararán actividades para recibir a las naves, que partirán de distintos puertos de Europa y denunció intentos por impedir su llegada, como se registraron en anteriores ocasiones.
“Los piratas israelíes están persiguiendo a activistas solidarios internacionales y palestinos en varios países europeos para impedir la llegada de la flotilla a aguas de Gaza el próximo mes”, denunció El Batta.
Añadió que la iniciativa cuenta con “gran apoyo europeo para ayudar a los palestinos a acabar con el bloqueo y recuperar sus derechos”.
El Batta instó a “activistas de todo el mundo a unirse a la flotilla para ayudar a acabar con el sufrimiento de la gente” y alabó este intento de despertar conciencias y “mantener a la comunidad internacional informada sobre la necesidad de poner en la agenda política el fin del bloqueo a Gaza”.
Según él, la situación en este enclave palestino es “catastrófica”, porque al bloqueo israelí se suma el egipcio, que también tiene cerrada a cal y canto su frontera desde hace meses.
“Hay miles de personas que necesitan viajar para tratamientos médicos, educación o reuniones familiares”, se lamenta.
Más que la ayuda que puedan llevar los barcos, lo importante para los gazatíes es el mensaje que representan: la reclamación de que se ponga fin al cerco que aisla Gaza por mar, tierra y aire desde que, en 2007, Hamás tomó el control del territorio.
Fuentes de la campaña indicaron a Efe que el Marianne se reunirá con “al menos dos barcos más” en su camino hacia Gaza.
La nave arribó el pasado domingo al puerto alemán de Kiel, ahora ha puesto rumbo a la ciudad francesa de Brest y se espera que a finales de este mes llegue a Bueu, en Galicia.
Una de las naves que se unirá al Marianne, precisó un activista europeo, es un barco griego llamado “Atenas”.
Los activistas guardan en secreto buena parte de la ruta, las paradas, nombres de los participantes y, sobre todo, la fecha en la que partirán hacia la franja, después de que en anteriores ocasiones autoridades de varios países hayan colaborado con las israelíes para hacer fracasar los intentos no permitiéndoles zarpar de sus puertos.
El lanzamiento de esta nueva flotilla se ha hecho coincidir con el quinto aniversario del violento asalto a la que encabezaba la nave turca Navi Marmara, en la que murieron nueve activistas turcos por fuego del Ejército israelí, que consideró el intento de romper el bloqueo una amenaza.
Las críticas internacionales que siguieron a aquel polémico asalto obligaron a Israel, meses más tarde, a aliviar las condiciones del cerco a la franja, permitiendo la entrada de materiales y productos vetados hasta entonces.
Sin embargo, sigue impidiendo el acceso a productos esenciales, como los materiales de construcción, que los israelíes consideran pueden tener un doble uso y los palestinos reclaman para poder reconstruir sus viviendas e infraestructuras destruidas en las diversas operaciones de Israel contra la franja.
En la última de ellas, el pasado verano, murieron más de 2.100 palestinos y 70 israelíes y quedaron dañadas miles de viviendas, que aún siguen en escombros.
Nada de lo que transporten los barcos puede realmente ayudar a paliar la situación de necesidad que padece la franja, pero los palestinos esperan que se convierta en un foco que ilumine de nuevo el problema y reanime los llamamientos a exigir el fin del bloqueo que asfixia a su más del millón y medio de habitantes.