El productor Gerardo Herrero, amigo personal de Querejeta, aprendió de su compañero “a cuidar” las películas y a considerarlas un “producto industrial y artístico” a la vez, ya que su trabajo no se reducía a “buscar dinero” sino a lograr “la calidad de películas, que tenían historias que contar”.
“Cuidaba muy bien el trabajo, pensaba muy bien cada película, los tiempos que necesitaba (...) esa es la función del productor, hacer que la película se haga bien, por eso hay buenos y malos productores”, ha señalado a Efe el también productor Gerardo Herrero.
Este amigo y compañero de profesión fue quien se encargó de sustituir a Querejeta en “15 años y un día”, la última película de su hija Gracia, y en la que Elías ya no pudo trabajar a causa de su enfermedad.
En el plano personal, era una persona “inteligente, muy especial con una personalidad muy particular, escurridiza”, y probablemente marcada por su trabajo durante la etapa franquista.
Por aquel entonces “tuvo que desarrollar muchas habilidad” para conseguir hacer el cine “que no se quería que se hiciera en esa época”, y que hoy en día se puede apreciar en títulos como “La caza” (1965); “El espíritu de la colmena” (1973), “Cría Cuervos” (1976).
También guionista, Querejeta fue durante toda su trayectoria un “luchador” de su trabajo en todos los sentidos, incluso de los trabajadores de su empresa, lo cual le causó “problemas económicos” en la parte final de su vida, ha agregado.