Budapest, 17 dic (EFE).- El Gobierno húngaro ha reaccionado a la condena del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por las zonas en las que internó a refugiados entre 2015 y 2018 afirmando que llega tarde, ya que esas áreas están cerradas desde el pasado mayo.
“La decisión de hoy del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha quedado sin objeto, ya que las circunstancias de las que se trata este procedimiento ya no existen”, afirmó la ministra de Justicia, Judit Varga, en la red social Facebook.
El TJUE dictaminó hoy que Hungría incumplió el Derecho comunitario y mantuvo en situación irregular a los refugiados entre 2015 y 2018, cuando los obligaba a permanecer en “zonas de tránsito” en la frontera con Serbia hasta que se tramitaran sus solicitudes de asilo.
Según el tribunal, la obligación de permanecer en las zonas de tránsito constituye “internamiento”, mientras que los Estados deben garantizar que los interesados estén en condiciones de formular una solicitud, incluso en las fronteras, tan pronto como manifiesten esa voluntad.
El Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán cerró en 2015 sus fronteras del sur con vallas y posteriormente aplicó una serie de legislaciones que limitaron considerablemente el derecho a asilo.
El pasado mayo, Hungría cerró esas zonas de internamiento tras otra sentencia del TJUE que estableció que los inmigrantes ahí recluidos estaban privados de libertad.
En ese sentido, la ministra recordó ahora que “se han cerrado las zonas de tránsito pero se mantiene un estricto control fronterizo” y prometió seguir defendiendo las fronteras de Europa.
Orbán rechaza rotundamente la inmigración, que ha puesto en el centro de sus políticas y discursos, y el primer ministro hasta ha llegado a relacionar a los refugiados con el terrorismo.