Leopoldo López Gil y Antonieta Mendoza se han expresado así, en declaraciones a Europa Press, tras visitar el Senado para devolver y agradecer la visita que un grupo de senadores españoles hicieron a Venezuela el pasado mes de julio.
Para López Gil, observadores europeos en las elecciones serían “aliados importantísimos en el proceso de cambio”. Su esposa ha confiado en que en esas elecciones la oposición obtenga una representación importante “para que las cosas empiecen verdaderamente a cambiar”.
El padre del opositor ha reconocido que no es optimista, pero confía en que bien la presión nacional, bien la internacional, tengan éxito y consigan cambiar “circunstancias que son injustas para Venezuela e inaceptables para el mundo democrático”.
Mendoza ha relatado que su hijo se encuentra bien, “fuerte”, y que asumió “con serenidad” la sentencia que le condenó a más de 13 años de cárcel, desde donde “sigue luchando” y “no va a callar”.
Ambos han transmitido su agradecimiento a los senadores españoles pero también al Gobierno y su presidente, Mariano Rajoy, y a la oposición y especialmente al expresidente socialista Felipe González, que colabora con la defensa de López.